Manolo Fernández era hace un año el presidente del Atlético Sanluqueño. Entonces estaba expectante porque el equipo que dirigía Abel Gómez luchaba y, también decirlo, sufría para lograr la permanencia en la Segunda División B. Hubo que esperar a la última jornada para certificar haber logrado el objetivo marcado y se consiguió. El equipo verdiblanco aseguraba la permanencia ante el Badajoz en El Palmar con un gol de Güiza de penalti, ya en el tramo final del partido.
Reconoce que “estábamos centrados en conseguir el objetivo y cuando se consiguió me quité un peso de encima. He tenido la responsabilidad de ser el presidente del Atlético Sanluqueño durante 14 años. El cambio lo he notado en que ahora estoy más tranquilo y en que tengo más tiempo para estar con la familia y en estar más pendiente de mi negocio”.
Añade que “lógicamente ahora tengo menos presión porque no pienso en nóminas, pagos y tomar decisiones que no eran fáciles. En el Atlético Sanluqueño viví buenos momentos en distintas épocas”.
Lamenta que la expansión del coronavirus en España y en el resto del mundo haya paralizado el fútbol: “El fútbol modesto estaba teniendo un cambio importante porque estaba recibiendo más ingresos. Que las competiciones se paren desde la Segunda División B y Tercera División para abajo es lo más normal. Anularlas sería lo suyo. Si se empezara la próxima temporada no habría en un principio campaña de socios. Los clubes necesitarían más ayudas y creo que es el momento de reestructurar las categorías”.
De cómo está afrontando esta pandemia resalta que “es importante que esta crisis no nos afecte psicológicamente. El miedo existe porque hay muchas enfermedades cada día en la calle”.
Manolo Fernández forma parte de un sector que en Sanlúcar de Barrameda que ha quedado muy tocado, la hostelería: “Atraviesa por una situación muy complicada y en este sentido hay muchos afectados. De un día para otro se ha pasado a generar cero ingresos cuando se han realizado muchos gastos. Hay que hacer frente a alquileres y a préstamos. Sin ayudas será muy difícil volver a arrancar. En la misma situación se encuentran los hoteles, los autónomos y las pequeñas empresas. Urgen medidas porque las ventas dejaron de existir”.
Añade que “Sanlúcar ha sido una ciudad muy perjudicada porque mucha gente vive de la hostelería. Miles de personas han perdido sus trabajos porque cuando hablamos de hostelería no sólo hay que nombrar a los camareros sino a los cocineros, a las limpiadoras, al que trae la carne, el pescado, las bebidas... Además, en Sanlúcar hay muchos bares pequeños, que es la esencia que tienen, y no sé como se podrían adaptar a las medidas que se anuncian”.
Entiende que “debemos seguir teniendo cuidado y actuar con precaución y confiar en que la naturalidad llegue cuanto antes. Debemos mantener la disciplina y adaptarnos a lo que se nos pide. Estamos teniendo responsabilidad, que es lo mejor para que esto pase pronto”.
Extrae que “habrá cambios en la sociedad y más en Sanlúcar, ciudad donde hay una forma de ser y de vivir muy ligada a estar en la calle. Espero que salga esa vacuna o medicina que acabe con esto porque esta situación no puede ser eterna”.
De cómo lo lleva en casa dice que “me llevo bastante tiempo en Internet y pensando que es lo que puede venir por delante. La mente hay que tenerla ocupada y ahora las cosas se miran de otra manera”.
