La plantilla de la factoría alcalareña de Santa Bárbara ha llevado a cabo una protesta por los
21 despidos anunciados por la compañía, tras la decisión de trasvasar su actividad a la planta a la localidad asturiana de
Trubia, sumado a que la reunión que tenía lugar el pasado jueves entre ambas partes en la sede del Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía hubiera finalizado
sin acuerdo.
Los trabajadores se concentraban a las 7,00 en las puertas de la fábrica hasta las 9,30 horas, y, posteriormente, han llevado a cabo una marcha en dirección al Ayuntamiento, donde han sido recibidos por la alcaldesa, la socialista Ana Isabel Jiménez, poco después de las 11,00 horas, quien les ha
acompañado en la protesta y ha dedicado unas palabras
animando a la Junta de Andalucía a colaborar con la causa.
Además, alertaban que la movilización de hoy "no iba a ser la única" y aclaraban el calendario, alertando de una concentración
el próximo día 21 de este mes junto a la
Subdelegación del Gobierno, en Sevilla; ya en marzo, en concreto el día 4, los trabajadores se concentrarán a las puertas de la Cámara andaluza, donde esperan ser recibidos por los grupos parlamentarios.
Desde el comité de empresa "lamentan y no entienden" que esa decisión acerca de los despidos se produzca en un momento en el que existe "una carga enorme de trabajo, por lo que no están justificados y mucho nos tememos que esto sea el inicio del desmantelamiento de la planta de Alcalá". La fábrica sevillana cuenta con
223 empleados y los despidos anunciados afectan a los
departamentos de calidad, compras, programas e ingeniería de la factoría.
El citado comité agraden al secretario general del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, y a la alcaldesa de Alcalá "las gestiones que han llevado a cabo para hecer llegar directamente a la ministra la situación de la planta", según informa en un comunicado, en el que también destaca que la regidora ha cumplido con el "compromiso que adoptó en la reunión con los trabajadores de mediar con Defensa".
Asimismo, el comité saluda las declaraciones de la ministra Margarita Robles acerca del "malestar" y la "preocupación" del Gobierno de España por la decisión" de Santa Bárbara y confía en que la empresa "reconsidere la postura" sobre el traslado de la producción a Trubia. La titular de Defensa había asegurado al respecto que "el Ejecutivo valorará y analizará los pasos a seguir para el cumplimiento del contrato firmado con la compañía, a la que critica su falta a la lealtad".
El Ministerio firmó un contrato con la firma SBS por un importe cercano a los
2.000 millones de euros, el mayor contrato licitado por Defensa, para la fabricación de las
349 unidades del blindado VCR 8x8 Dragón, durante un periodo de diez años, para el Ejército de Tierra.
Apoyo de la patronal sevillana
La patronal sevillana ha solicitado una reunión a la ministra de Defensa, Margarita Robles, para abordar de "manera urgente" el futuro de la fábrica alcalareña ante el riesgo de deslocalización de la actividad industrial en esta planta.
Los empresarios han reclamado a la ministra del ramo la necesidad de
actuar con máxima prioridad y de forma coordinada ante esta problemática, "entablando de forma inmediata un diálogo con la compañía que evite el trasvase definitivo" de toda su actividad productiva hacia la factoría asturiana y el "consecuente varapalo" que esta decisión supondría en el plano económico y para la propia imagen de la provincia como enclave industrial".
El sector insiste en el hecho de que la industria de defensa terrestre es una industria "tractora clave" de la provincia, que genera alrededor de 800 puestos de trabajo, directos e indirectos, "en torno a la que pivota un importante ecosistema de empresas auxiliares".