La Audiencia de Sevilla ha celebrado este lunes la primera sesión del juicio con jurado popular promovido contra el varón de 31 años acusado del asesinato en noviembre de 2020 de una mujer con un 80 por ciento de discapacidad reconocida, tras exigirle presuntamente que le pagara más dinero por la habitación que le tenía alquilada en su vivienda del barrio de Torreblanca. Durante la vista, el acusado ha admitido que dio "una paliza" a la mujer, alegando que había consumido "alcohol y pastillas" y que no era su "intención llegar a ese extremo", por lo que se ha mostrado "arrepentido".
A la hora de comparecer ante el jurado popular y el tribunal, Manuel P.A. sólo ha accedido a responder a las preguntas de su abogado defensor, no así a las de la acusación particular ejercida por la familia de la víctima, que reclama para él prisión permanente revisable, entre otras penas; y las de la fiscal del caso, que pide 20 años de prisión por un delito de asesinato; tres años más de cárcel por dos delitos de amenazas; una multa de 1.200 euros por dos delitos leves de lesiones, 300 euros por un delito leve de estafa y una indemnización de 180.000 euros a los hijos de la víctima.
Según la Fiscalía, la víctima, llamada Trinidad, que usaba bastones para andar y había iniciado trámites para que se le reconociera como dependiente al contar con una discapacidad visual del 80%; había acudido el 21 de noviembre de 2020 al barrio de Torreblanca junto a otras cuatro personas para buscar un sitio donde dormir, ya que hasta ese momento dormían en la calle.
El acusado les habría acogido en su hogar a cambio de 100 euros por cabeza en concepto de alquiler de las habitaciones, pero la noche del 24 de noviembre de 2020, el investigado "empezó a ponerse violento exigiéndoles más dinero"; tras lo cual todo habría acontecido a partir de las 7,00 horas del día 25 de noviembre, cuando el encausado habría golpeado a uno de los inquilinos con un tubo de aluminio en demanda de más dinero, amenazando con un cuchillo a otra de las inquilinas cuando esta le recriminó su comportamiento y con un bate de béisbol a otra de estas personas.
Huida en la vivienda
Según la Fiscalía, el encartado habría pegado con una cuerda a dos de los inquilinos, huyendo todos ellos de la vivienda salvo la víctima, a la que el encartado habría golpeado "de manera reiterada" haciendo uso de objetos contundentes y con patadas y puñetazos, "lo que aumentó de manera innecesaria el sufrimiento" de la mujer.
La víctima, según el escrito de acusación de la Fiscalía, habría sufrido estrangulación, traumatismo torácico, abdominal y lumbar, así como un traumatismo craneoencefálico severo que le ocasionó la muerte; tras lo cual el acusado se habría apoderado de su tarjeta bancaria, realizando una compra por valor de 69 euros.
Al respecto, Manuel P.A., al responder exclusivamente a su abogado defensor, ha reconocido que tras acoger a las citadas cinco personas en su vivienda a cambio de dinero hubo "una discusión" por las cuantías a pagar, en un contexto en el que él estaba bajo los efectos de "pastillas y alcohol". Según su relato, tras marcharse cuatro de sus inquilinos a cuenta de dicha discusión, él se quedó a solas con la víctima, abandonando la vivienda esa misma mañana para volver pocas horas después, una vez que había consumido más alcohol y pastillas, productos a los que es adicto, según ha esgrimido.
Admite una "paliza" a la víctima
En ese sentido, ha reconocido que tras una nueva discusión con la víctima, quien según sus palabras podía "andar bien", le dio "una paliza" ante la cual ella se defendió "con manotazos y prorrazos".
No fue hasta la mañana del día siguiente, según ha dicho el encartado, cuando descubrió al "despertar" que la mujer había fallecido. "Me arrepiento. No fue mi intención llegar a ese extremo", ha aseverado.
También han comparecido, pero en calidad de testigos, las personas que convivieron en el inmueble junto al acusado y la víctima de los hechos, manifestando por ejemplo una mujer que la fallecida usaba una muleta "a veces" y que cuando la misma se "empastillaba no podía caminar". Antes de los hechos, según esta persona, se "hartaron de beber y de fumar" droga, explicando que supo por su marido de las agresiones y amenazas iniciales del presunto autor del crimen.
El marido de esta testigo y "amigo" de Manuel P.A., de su lado, ha mencionado la agresión inicial del acusado a uno de los inquilinos porque "quería más dinero", motivo por el cual cuatro de los mismos, entre ellos él y su mujer, abandonaron la vivienda hasta que al encartado se le "pasase el bacilón", mientras la víctima mortal del crimen habría permanecido en la vivienda porque necesitaba descansar, pues habrían consumido alcohol y cocaína fumada, es decir "base".