Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil han desarticulado una organización criminal internacional asentada en Sevilla, con ramificaciones en Portugal, que se dedicaba al comercio ilícito gases fluorados de efecto invernadero.
En la operación conjunta, denominada ‘Orejona-Flúor’, han sido detenidas siete personas, intervenidas 170 bombonas, 20.600 euros en efectivo, documentación cuantiosa y equipos informáticos de almacenamiento de información, según una nota de la Agencia Tributaria.
A la organización se le atribuye un delito de pertenencia a organización criminal, un delito contra el Medio Ambiente y los Recursos Naturales, y fraude a la Hacienda Pública y Contrabando.
La investigación, iniciada en junio, detectó que varios miembros de la organización se desplazaban regularmente a Portugal con el fin de introducir en España bombonas de gases fluorados ilegales en toda la Unión Europea, tras su importación desde países como China y Turquía.
Estas mercancías son consideradas de comercialización prohibida a efectos de la normativa en materia de contrabando. Además, la organización también introducía clandestinamente bombonas de lícito comercio, no sujetas en Portugal al impuesto que sí las grava en España, cometiendo así un fraude a la Hacienda Pública española.
La organización utilizaba para su distribución un inmueble localizado en Portugal donde almacenaba gran cantidad de bombonas que posteriormente introducía en España en maleteros de coches y furgonetas con destino a toda una red de comercios, talleres y locales de climatización, o incluso directamente para su venta a trabajadores relacionados con la actividad de montajes de aires acondicionados.
El pasado 22 de septiembre se realizaron de forma simultánea cuatro entradas y registros domiciliarios en el barrio de Pino Montano de Sevilla y en el polígono industrial de Hytasa.
Se procede también a la inspección de diez locales repartidos entre talleres de automoción, empresas de climatización y ferreterías, situados en las provincias de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Huelva.
Dado el carácter internacional de la operación, se realizaron actuaciones de inspección, con la colaboración de las autoridades portuguesas y Europol, en un almacén situado en Portugal que estaba íntimamente relacionado con la trama. Las investigaciones continúan abiertas.
