La consultora sevillana
Ayesa, que en su día hizo el proyecto de los
túneles Atlantes para el cruce de la SE-40 por el Guadalquivir,
carga contra la opción subterránea en el
anteproyecto del Ministerio de Transportes que
avala el puente para salvar el río entre Coria y Dos Hermanas mientras en estos momentos
supervisa la construcción de uno similar que se está ejecutando en
Londres bajo el Támesis, el
Silvertown.
Como recoge
Manuel Jesús Florencio en su blog, la filosofía de la consultora que fundó José Luis Manzanares parece ser “una vela a Dios y otra al diablo”. “Parafraseando a Groucho Marx, José Luis Manzanares bien podría decir “estos son mis túneles (de los Atlantes), pero si no le gustan para la SE-40 tengo un puente, y si no le gusta el puente tengo otro túnel (el de Silvertown)”. Soluciones a la carta, a gusto del cliente, porque, ya se sabe, el cliente siempre tiene razón, sobre todo si ésta es financiera”, expone sobre la actuación de la empresa.
Ayesa, que ya había redactado el
informe que daba
carpetazo a la opción de los túneles por parte del Ministerio, vuelve a denostar esta opción en el
anteproyecto de estudio ambiental del tramo entre Coria del Río y Dos Hermanas, aunque esta vez junto con la consultora madrileña
Fhecor, basándose en los
antecedentes de las obras de este tramo, que ya derivaron en la suspensión y replanteamiento del proyecto, y en que los
riesgos asociados a la ejecución de soluciones en túnel “son mucho mayores e implican potenciales desviaciones en el plazo de ejecución y en el coste final de las obras”.
A las
dificultades en la ejecución técnica de los túneles unen también su
vulnerabilidad frente a eventos catastróficos, como avenidas extraordinarias del río, accidentes e incendios, además de la menor
accesibilidad, no sólo de tráfico hacia el Puerto, sino la posibilidad de ampliación o instalación de un itinerario peatonal y ciclista.
También destacan el
mayor impacto ambiental (más consumo energético, más residuos en la construcción), un
plazo de ejecución mayor y, por supuesto,
más inversión en la ejecución y en el coste de mantenimiento.
No aquí, sí en Londres
“Paradójicamente, para Ayesa
ninguna de estas razones ha sido obstáculo para su participación en el diseño, supervisión y otras tareas del túnel de
Silvertown bajo el río Támesis, cerca de Londres”, apunta Florencio en su blog.
Además, mientras la consultora llegó a decir en el informe que redactó para el Ministerio que en España “
no había experiencia suficiente para abordar la ejecución de un túnel doble como el que se pretendía, con diseño de ella misma, bajo el río Guadalquivir”, el vídeo que han distribuido sobre sobre su trabajo en Silvertown, uno de esos 30 profesionales de la compañía que están participando en la construcción de esa infraestructura que atraviesa el río
Támesis afirma que el proyecto es “
de los más complejos que se han hecho en esta empresa y desde España”, y además conforme a la normativa del Reino Unido.
En el vídeo, donde se habla “largo y tendido sobre el proyecto británico de Ayesa, puede verse una visita al
pozo de ataque de la tuneladora, en forma de cacahuete, que ha de perforar hasta 22 metros de profundidad (el equivalente a un edificio de siete u ocho plantas) para la ejecución del túnel diseñado y supervisado por Ayesa, pese a que según su argumentario
en España no hay experiencia para este tipo de soluciones en túnel”.
El consorcio
Riverlinx que construye el túnel de Silvertown está formado por la UTE constructora
Ferrovial, Bam Nuttall y SK Ecoplant, con diseño de Ayesa y Cowi. La nueva infraestructura conectará Silvertown con el Este de Londres, ayudando a eliminar los impactos ambientales de la contaminación del tráfico, la congestión de la circulación y a una mejor conectividad.