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Ecologistas exige un “análisis comparativo” del impacto de la cementera de Alcalá

La asociación Alwadi-ira critica el “informe de parte” presentado por Portland que concluye que hay “compatibilidad” entre su actividad y la salud

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  • La planta cementera de Portland en Alcalá. -

Alwadi-ira-Ecologista en Acción ha cuestionado las conclusiones del estudio presentado el Grupo Cementos Portland Valderrivas y realizado por Inerco que concluye que concluye que “existe una compatibilidad entre la salud y el bienestar individual y colectivo y la actividad de las instalaciones cementeras en Andalucía” y ha exigido un “análisis comparativo y crítico que provenga de fuentes independientes ajenos a la propia industria”, cuestionando además la fórmula de calcular las emisiones que realiza la empresa, que no están controladas “en continuo” las que proceden del horno de cemento.

En un extenso comunicado, Alwadi-ira asegura que se ha utilizado “una vez más” a Alcalá de Guadaíra, donde se ubican las instalaciones de Portland Valderrivas, para “elogiar, en un informe “independiente” elaborado por la multinacional Inerco, las cualidades del sector cementero y la inocuidad que para la salud de las personas tienen sus emisiones contaminantes y otros aspectos relacionados con la ubicación de sus plantas”, un informe que, recuerdan y así lo recoge la cementera en su presentación, se pactó en el VI Acuerdo suscrito, el 18 de septiembre de 2019, entre la Agrupación de Fabricantes de Cemento de Andalucía (AFCA) y los sindicatos más representativos del sector: FICA-UGT y CCOO Construcción y Servicios. 

Este pacto “garantiza la continuidad” de la Fundación Laboral Andaluza del Cemento y el Medio Ambiente (Flacema) y, para ello, las empresas cementeras, con fábricas en Andalucía, acordaron aportar cuotas anuales de 160.000 euros, “con independencia de aquellos ingresos que pudiera generar la fundación o los que se consiguieran por medio de subvenciones”, recoge Alwadi-ira. 


Recuerdan los ecologistas que, como las memorias elaboradas por Flacema de forma anual, “el mencionado informe “independiente” se encarga y se paga por el sector”, un “informe de parte ante el que “exigimos un análisis comparativo y crítico que provenga de fuentes independientes ajenas a la propia industria, sin ello, continuaremos cercenando la posibilidad de construir una opinión objetiva con todas las cartas sobre la mesa”.

Según Alwadi-ira, “el informe “independiente” no ha tenido en consideración ni siquiera el artículo 4 del VI Acuerdo, donde se establece que serán controladas “en continuo las emisiones del horno de cemento”; método más adecuado que los que se basan en cálculos o estimaciones. Un aspecto del acuerdo que incumple Portland, entre otras cementeras andaluzas”, recuerda.   

Los datos aportados por la propia Portland al Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes indican que las emisiones son calculadas o estimadas en la mayoría de los casos, incluyendo los de CO, CO2; óxido nitroso , derivados del metano, arsénico, cromo, cobre, mercurio, níquel, plomo y otros que produce la actividad cementera. Ante esto se pregunta: “¿cómo puede afirmar el informe “independiente” que “existe una compatibilidad entre la salud y el bienestar individual y colectivo y la actividad de las instalaciones cementeras en Andalucía”, si no se miden las emisiones?; téngase en cuenta, por otra parte, que los mencionados cálculos o estimaciones se realizan por empresas contratadas por las propias cementeras, blanco y en botella”. 

Además, recuerda la entidad que el emplazamiento de la industria “es, en la mayoría de los casos, anacrónico”, recordando los casos de la barriada de la Liebre, Córdoba, Málaga o Niebla, “donde industrias con un alto índice de emisiones han quedado insertas en los núcleos urbanos o situadas en los bordes de los mismos”.   

A los graves problemas ambientales derivados de las altas emisiones contaminantes del sector cementero, de las mayores de la industria, hay que añadir el impacto que ocasionan en los espacios naturales cercanos a la ciudades, enfatiza Alwadi-ira, poniendo como ejemplos de afección a la Dehesa Nueva en Alcalá o el “conjunto kárstico de grutas Complejo del Humo” en Málaga (la empresa brasileña Votorantim Cimentos).

También le suman “las negativas repercusiones que puede estar teniendo en el crecimiento económico y de empleo: imagen del espacio comercial y de ocio Parque Guadaíra, desarrollo residencial del Zacatín, empresas que pueden estar absteniéndose de ubicarse en el entorno a la cementera o aquellas otras que gestionan residuos y que temen ver reducidas sus expectativas con la mal llamada “valorización”. 

Recuerdan desde la entidad que la “valorización energética” es un “eufemismo de la incineración de residuos”, adoptado por las administraciones “al servicio de los poderes económicos” que corrieron a “trasponer” este cambio del lenguaje en la normativa aplicable al tratamiento de residuos.

Para Alwadi-ira, la presentación de este informe es “una nueva puesta en escena de la industria cementera en Alcalá, auspiciada no casualmente por Portland, dado que la sociedad civil de nuestra ciudad se encuentra a la vanguardia de la lucha contra la incineración de residuos. Desde Alwadi-ira -Ecologista en Acción, que forma parte de la Plataforma contra la incineración de residuos Los Alcores- Sevilla, hacemos un llamamiento al gobierno municipal para que adopte una actitud acorde a la emergencia climática que vivimos y al resto de partidos políticos a que empujen en esta dirección”, concluyen.

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