Agua de la
macropresa portuguesa de Alqueva ya está siendo usada
desde el pasado mes de
enero de este 2023 para regar
500 hectáreas de una finca comunal situada en el municipio de
Villanueva del Fresno (provincia de Badajoz), tras un
acuerdo previo adoptado en el seno de la
Comisión de Aplicación y Desarrollo del Convenio de Albufeira, del cual queda pendiente aplicar uno de los puntos del Anexo del Protocolo posterior relativo al
aprovechamiento de las aguas del tramo inferior del Guadiana que sirve de frontera entre ambos países. El caso de Villanueva del Fresno quizás
podría ser invocado como precedente tras la solicitud del
Parlamento de Andalucía de un
trasvase temporal de agua desde la citada presa portuguesa destinado a paliar la
extrema sequía en la provincia de Huelva y en el parque nacional de
Doñana.
El pasado
15 de enero de 2023 el entonces presidente de la Junta de Extremadura,
Guillermo Fernández Vara, y el de la
Diputación Provincial de Badajoz,
Ramón Díaz, se reunieron en Villanueva del Fresno con el alcalde de esta localidad pacense para celebrar el
final de la obra de transformación en regadío de 500 hectáreas de la finca comunal (4.000 hectáreas) del municipio.
El proyecto ha contado con una
inversión global de cuatro millones de euros, de los que la Junta de Extremadura, a través de los
fondos FEDER, ha aportado en torno a tres millones de euros, y la Diputación y el Ayuntamiento, casi 700.000 euros.
La
transformación de secano a
regadío generará unos
65.000 jornales anuales en la zona y posibilitará la implantación de cultivos como
frutales de hueso y pepita, nogales y arándanos.
La
captación de agua del embalse del Alqueva para estos regadíos se reguló tras el
Protocolo al Convenio de Albufeira, en el año 2008. En
2017 la Junta de Extremadura declaró ésta como
zona regable singular y la
concesión de agua fue de
tres hectómetros cúbicos con destino a uso agrario.
El presidente de la Diputación recordó que el alcalde tuvo dos opciones:
repartir los 2,5 millones de euros recibidos como
compensación tras la construcción de la
presa de Alqueva o
“producir un beneficio futuro”, y
optó por la segunda.
A su juicio, esto ayuda a que la localidad decrezca menos que otras del ámbito rural, “y pronto
ganará habitantes con las industrias que se generarán, ya que nadie se mueve de su municipio si tiene empleo”.
El alcalde, consideró que con esta actuación se recogen
“los frutos de muchos años de trabajo”, y destacó que
la presa de Alqueva “garantiza la estabilidad de los regadíos” y ha propiciado que lo “que era un erial haya empezado a tomar otro cariz al apostar por la ambición”.
VERSIÓN DE PORTUGAL
Las continuas
alusiones en los discursos y en los comunicados oficiales a la
presa de Alqueva suscitó alarma al otro lado de la frontera, lo que obligó a salir a la palestra a
José Pedro Salema, presidente de la entidad gestora del macro embalse.
El alto ejecutivo afirmó que se trata de una
situación “autorizada” por su entidad. “Existen -dijo- una serie de
cuencas en la margen izquierda (del río Guadiana) en territorio español, y en territorio portugués, bajo administración española,
que han sido identificadas y están autorizadas a extraer agua de Alqueva. Incluso hubo el
reposicionamiento de algunas captaciones que estaban inundadas en los alrededores del embalse, las cuales fueron
rehabilitadas para seguir funcionando”.
“Estas cuestiones”, continuó, “son gestionadas por el CADC –
Comité de seguimiento del Convenio de Albufeira”, al igual que la cuestión de los
nuevos perímetros de riego. Salema aseguró que había “
intenciones muy antiguas ya manifestadas por parte de España de llevar a cabo esta captación y estamos trabajando para regularizar todas estas situaciones”.
Por tanto, “
no es de extrañar -.afirmó- que exista
financiación española de Alqueva y la intención de EDIA es que
todo el mundo pague la tarifa correctamente”.
Hay, sin embargo, “
aristas por limar en el ámbito de estas captaciones”, pero están siendo “
definidas por esta comisión (CADC), entre los dos estados”, concluyó José Pedro Salema.
OLIVENZA, EN LISTA DE ESPERA
El municipio de
Olivenza, situado en la misma provincia de
Badajoz, también quiere crecer con el regadío gracias al pantano portugués de Alqueva.
Villanueva del Fresno (unos 3.400 vecinos) cuenta con el permiso para poder regar
700 hectáreas con agua del embalse luso y el municipio oliventino (11.900 habitantes) quiere ser el segundo extremeño en hacerlo. El gobierno local presentó hace algo más de
cuatro años la solicitud formal ante el Ministerio de Agricultura al tener elaborado un
proyecto para transformar 1.712,71 hectáreas de secano en regadío para cultivar frutales y olivar superintensivo.
Olivenza registró el 2 de abril de 2018, ante la Dirección General del Agua del Ministerio de Agricultura, la
solicitud de acceso a la extracción de agua de Alqueva,
presa que, en una parte,
inunda término municipal oliventino. "Hemos vuelto a registrar la solicitud porque preguntamos este verano, tras el cambio de Gobierno, cómo estaba el tema y nos aseguraron en la
Confederación del Guadiana que esa solicitud
no constaba. Espero que siga su tramitación y, como es un regadío viable recibamos el permiso", relató el entonces alcalde oliventino.
El Ayuntamiento de
Olivenza piensa poner en riego
1.700 hectáreas de secano, terrenos de propiedad privada. Para eso reclama
10,26 hectómetros cúbicos de agua al año. "Nos dirigimos a la empresa pública portuguesa que gestiona Alqueva pero nos remitió al
Gobierno español porque ellos no son los competentes a la
hora de autorizar la concesión de aguas para un municipio español. Es lo que hemos hecho. Es un proyecto que nos aportaría desarrollo económico y puestos de trabajo. Somos también parte de Alqueva", relataba el regidor.
Recordó que
Portugal tiene en regadío 60.000 hectáreas de la zona de Alqueva y otras 40.000 en proyecto. "El regadío extremeño desde Alqueva está pendiente de desarrollarse", concluyó.
PENDIENTE DE DESARROLLO
El
Convenio de Albufeira y/o sus acuerdos posteriores incluye un
apartado aún pendiente de desarrollo: el estudio del
aprovechamiento sostenible del tramo internacional del río Guadiana aguas abajo de la estación de control de
Pomarao (sita en la orilla portuguesa, casi a la altura de la estación española de
bombeo de Bocachanza).
Como se recordará, hace unos días el
periódico portugués Publico informó sobre un
proyecto del Ejecutivo luso de habilitar otra estación de bombeo en la margen derecha del río y el Ministerio de Medio Ambiente y Acción Climática de Portugal ha reconocido que está
negociando con el Gobierno de España para definir el caudal que debe llevar el río por Pomarao.
Curiosamente, quien ha mostrado su
preocupación por este proyecto es la
Asociación de Propietarios y Beneficiarios de la presa de Alqueva.
El proyecto se integró en el
Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) del Gobierno, con plazo de ejecución para
2026, pero viene siendo
criticado desde hace dos años
por los regantes de Alqueva.
Según la asociación, este
plan de captación de agua en el Guadiana, cerca de la localidad de Pomarão, en el municipio de Mértola (Beja),
pone en duda la disponibilidad de Alqueva en años de sequía y la viabilidad de las respectivas Multi- Objeto Social Empresarial (
EFMA).
“La EMFA tiene un
compromiso de alrededor de 200.000 hectáreas, lo que ya no es fácil de lograr con el avance del cambio climático.
Si surge otra demanda para el Algarve, es posible que
no pueda cumplir con las garantías”, explicó el presidente de la APBA, João Cavaco Rodrigues.
El proyecto para
captar y suministrar agua al Algarve es, además,
"técnicamente complejo debido a la pendiente" y existen alternativas
más ventajosas, como las de los
embalses de Odeleite-Beliche y Odelouca, precisó la asociación en un comunicado.
Además, "es de público conocimiento" que existe una
cuenca española en Boca-Chança, situada junto a la localidad de Pomarão, que España pretende
regularizar, por lo que
"Portugal corre el riesgo de verse perjudicada aún más" al encontrarse en una
"posición frágil" respecto a esta captura.
“
En la zona fronteriza las extracciones deben ser autorizadas por ambos países. Si vamos a hacer recaudación de fondos, para que ellos lo autoricen,
también tendremos que autorizar el de ellos”, advirtió el presidente de la asociación.
En otras palabras, "tendremos que
ceder a sus peticiones de legalización del agua que han estado retirando sin autorización, así como a otras peticiones en el futuro", que "es entonces
difícil de controlar", destacó Cavaco Rodrigues.
"En el peor de los casos", la disponibilidad de
EFMA se verá comprometida "no sólo por la necesidad de
liberar agua adicional para cubrir las necesidades de refuerzo del
Algarve", sino también por las necesidades del sistema
Boca-Chança "para reforzar el riego en Andalucía".
“Es entonces cuando
las necesidades de agua del Algarve son inferiores a las que los españoles pretenden extraer de allí y hay otras alternativas mucho más ventajosas y que salvaguardan nuestros intereses en Alqueva y EFMA”, insistió el representante de la APBA.
Afirmó también que el
plazo de ejecución del Plan en la cuenca del Guadiana, cerca de la localidad de Pomarão, finaliza en 2026, un
periodo “extremadamente optimista” para João Cavaco Rodrigues.
Debido a la dificultad técnica del proyecto, “todavía puede ocurrir que
la viabilidad de EFMA se vea afectada únicamente a favor del aumento de la disponibilidad de agua para Andalucía, no pudiéndose avanzar con el proyecto para aumentar la disponibilidad en el Algarve en el momento oportuno”, advirtió en un comunicado la APBA.
Esto sucederá
"si Portugal accede a las pretensiones españolas" de legalizar la
cuenca Boca-Chanza y no puede completar su proyecto en el plazo previsto, explicó Cavaco Rodrigues.