Si nos atenemos a sus palabras, a poco que el Manchester City se muestre comprensivo, Pepe Mel verá satisfecho uno de sus deseos para el curso que viene. El de seguir contando con los servicios de Roque Santa Cruz. Y es queel ariete paraguayo no puede ser más claro a la hora de manifestar sus deseos para la campaña 2012/13.
“Espero estar en China con el Betis. Con el club lo tengo todo hablado, todo está arreglado, pero falta sentarse con el City para saber sus intenciones. Estoy poniendo de mi parte todo lo posible para seguir en este equipo la temporada que viene. Ellos (por el conjunto inglés) son los que tienen la última palabra”, valora al respecto un futbolista que a pesar de no haber estado a la altura de lo esperado (sus números son netamente inferiores a lo que el personal esperaba) se ha ganado la confianza de su entrenador. Deseos que el ‘16’ no oculta, entre otras cuestiones, para que el verano le ayude a ganar ese fondo físico que en ocasiones tanto ha echado de menos. “Llevo mucho tiempo jugando con la selección y si hago una buena pretemporada seguro que mi rendimiento aumentará. Es lo que me ha venido faltando estos últimos años”, mantiene sin tapujos.
Querido, principalmente, por una manera de ser que se ha ganado el cariño de todos. Gracias a una actitud muy alejada a la de un profesional que ha defendido camisetas de conjuntos tan señeros en el Viejo Continente. Uno más pese a su más que saneada cuenta corriente. “Tengo una manera de ser, a la que no renuncio. He tratado de ayudar en el vestuario lo más posible, porque en ocasiones se puede ayudar más dentro que sobre los terrenos de juego”, mantiene sin querer reconocer una realidad que a la mayoría a sorprendido.
El ariete acaba acordándose de un futbolista del eterno rival, de Frederic Kanouté. “Es una gran persona. Ojalá pueda dejar entre los aficionados del Betis la misma huella que deja Freddy entre los sevillistas. Es lo que todos los jugadores buscamos, que la gente nos recuerde. Todavía tengo mucho que darle a la afición bética”, rubrica en relación al adiós de nuestra ciudad de un profesional querido por propios y extraños.