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Para intentar no cerrar la planta

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Los trabajadores de la planta de molturación de semilla de girasol y la de aceite embotellado Cargill en Sevilla, que ha anunciado su cierre así como los silos en Córdoba, han mantenido una reunión este miércoles con el portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, quien ha mostrado su apoyo y les ha convocado a una nueva reunión el viernes con el grupo parlamentario de IU, según han apuntado a Europa Press fuentes sindicales.

   De esta manera, los representantes de los trabajadores ya han mantenido reuniones con el alcalde de la capital hispalense, Juan Ignacio Zoido, y con el portavoz socialista en el Ayuntamiento sevillano, Juan Espadas, quienes intentarán mediar con la empresa para buscar otras medidas alternativas al ERE extintivo planteado por la dirección.

   Asimismo, también han celebrado un encuentro con la delegada territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en Sevilla, Aurora Cosano, quien mediará con Cargill y aboga por alternativas para evitar el cierre como un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).


   Por otra parte, el próximo sábado 2 de febrero los trabajadores de la planta de Cargill se concentrarán y el siguiente sábado 9 de febrero organizarán una manifestación. 

   El cierre de estas instalaciones afectará a 101 trabajadores --97 en Sevilla y cuatro en Córdoba--, que comenzarán el próximo jueves 31 de enero a negociar con la compañía las condiciones de sus despido.

   La planta de Sevilla, en el barrio de San Jerónimo, lleva abierta desde 1984, si bien "hace dos años la empresa se deshizo de la parte de refinería de aceite a cambio de accionariado en otra empresa de Palos de la Frontera (Huelva)" y, desde entonces señalan las mismas fuentes, "han dejado caer" la envasadora. "Pasamos de ser el número dos a desaparecer del mercado", apuntan.

   Ante esta situación, los trabajadores que rechazan los argumentos de la empresa para el cierre de la planta --falta de rentabilidad-- están preparando una serie de movilizaciones, hasta el punto de que "no descartan llegar a una huelga".

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