Una veintena de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se han concentrado hoy ante la oficina central del BBVA de Sevilla para protestar por las cláusulas abusivas y para reclamar una negociación colectiva que permita dar solución a los desahucios previstos.

Varios miembros de la PAH han entrado en el BBVA para intentar negociar una solución colectiva para todos los afectados, ya que pretenden que "no haya un reguero en el juzgado de casos con indefensión donde se hace el lanzamiento y la subasta sin previa negociación", ha explicado a Efe el portavoz, Francisco Gracia.

Han reclamado la reestructuración de la deuda, que permitiría la anulación de las cláusulas abusivas, y que cada afectado "sea dueño del seguimiento del problema con la hipoteca y de cómo solventarlo".

En cuanto al decreto de vivienda de la Junta, que prevé la expropiación temporal del uso de viviendas en procesos de ejecución hipotecaria, ha señalado que "la solución no es irte de tu casa porque no puedas pagarlo después de que la crisis haya derivado en esta situación" con una hipoteca que se concedió "cuando sí podías".

Uno de los casos de afectados es el de Eduardo Martín, un maquinista sin empleo que trabajó durante diez años como autónomo y que ve con miedo la subasta de su casa, prevista par el próximo mes.

Ha dicho que es la tercera vez que se presenta en el BBVA para pedir un acuerdo que evite que a él, su mujer y sus dos hijos les "echen" de su casa, aunque ha asegurado que solo se ha encontrado con "coacciones" y "reprimendas de la policía".

"Toda la vida trabajando para que nos sintamos como delincuentes o como que tenemos la culpa", ha añadido Martín, quien ha afirmado que la responsabilidad es de las entidades financieras, "que se han llevado el dinero y han robado mucho".

Ha añadido que al haber sido autónomo tiene una sentencia firme del juzgado que dice que se puede "autogestionar" y ha lamentado que durante diez años haya trabajado dentro de la legalidad y después no haya podido acceder a ninguna ayuda, enfrentándose ahora a que lo quieran dejar "en la calle, en la estocada".

Por ello, ha pedido ayuda porque él no se niega a pagar y ha añadido, en relación al desalojo, que "a cualquier animal que le meten la mano en la madriguera, muerde".