Un hombre que se enfrenta a 19 años de cárcel por violar a una niña de 4 años, hija de su compañera sentimental, ha incurrido hoy en contradicciones con la madre de la menor, imputada por consentir los abusos, en aspectos como su tipo de convivencia o el tiempo en que se quedaba a solas con la pequeña.
La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha iniciado hoy el juicio contra José Alberto G.R., quien ha afirmado que en los tres meses de 2009 que mantuvo una relación con la madre de la menor "jamás" se quedó a solas con la niña y, además, la vio muy poco ya que la madre disfrutaba de régimen de visitas los martes y él la veía los fines de semana.
José Alberto ha dicho a los jueces que "nunca" dormía en la vivienda de la madre y que sólo pasaba allí los fines de semana, cuando su entonces compañera tenía días libres en el bar donde trabajaba, por lo que sólo coincidió con la niña en "dos o tres ocasiones".
Sobre una foto que se hizo con la niña en calzonas y en una actitud que la acusación particular ha definido como "gestos libidinosos", el acusado ha respondido que se trataba de un bar abierto al público a media tarde.
La madre de la niña, Bibiana M.A., ha declarado que su entonces novio "ocasionalmente" coincidió con la niña en su casa y se quedó a solas con ella varias veces, en un número que no ha podido precisar, por espacio de media hora o 45 minutos cuando ella iba a la tienda o a sacar la basura.
Ha negado lo declarado por ella misma en la fase de instrucción, cuando aseguró que José Alberto "iba a su casa todas las tardes" y hoy ha dicho que sólo lo hacía cuando ella descansaba en su trabajo, lo que ocurría en fines de semana alternos.
Ambos han coincidido en que nunca mantuvieron relaciones sexuales en presencia de la niña, no presenciaron con ella películas pornográficas ni la vieron reproducir posturas sexuales con sus muñecos, algo que, sin embargo, ha corroborado la familia paterna de la niña, que en aquel tiempo ostentaba su guarda y custodia.
Sobre las fotos de su hija con el procesado en calzonas o calzoncillos, Bibiana ha afirmado que las veía "normales, curiosas" y ha identificado a "un amigo", cuyo nombre no recuerda, como la persona que aparece en otra foto "en actitud cariñosa con la niña".
El acusado se enfrenta a una petición de la Fiscalía de once años de cárcel, pena que el padre biológico de la niña eleva a 19 años por delitos de abuso sexual y provocación sexual, por mantener relaciones sexuales con la madre delante de ella y ver películas pornográficas.
Los hechos ocurrieron entre enero y marzo de 2009, cuando el acusado y su compañera convivían en un piso de Sevilla, donde disfrutaban del derecho de visitas de la madre sobre su hija.