Seguir la línea habitual de toda entidad financiera cuando el inquilino no paga, es decir “desahuciarlos y haberles pedido una indemnización millonaria”; eso es lo que, en opinión del presidente de la Fundación Museo Atarazanas, Rafael Crespo, tendría que haber hecho la Junta de Andalucía, tras estos cinco años de inactividad de Caixabank en este espacio patrimonial.
No obstante, la fundación confía en este nuevo intento de la Consejería de Cultura, que dirige el malagueño Luciano Alonso, de negociar un nuevo acuerdo de cesión demanial con la entidad catalana.
Sobre todo, ha asegurado Crespo durante una entrevista concedida a Ondaluz Sevilla, porque estas negociaciones son la alternativa al recurso judicial que la Consejería estaba dispuesta a interponer ante el incumplimiento de Caixabank con el acuerdo de 2009 sin haber ejecutado ni unas mínimas obras de mantenimiento, ni siquiera haber cumplido con la obligatoria Inspección Técnica de Edificios.
Según el presidente de la Fundación Museo Atarazanas, este nuevo acuerdo podría ser publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) en próximos días, de manera que el proyecto de obras se presente a finales de mayo y los trabajos comiencen en verano. En este sentido, ha destacado que “ahora se va a rehabilitar, no se va a construir”, porque lo que pretendía hacer Vázquez Consuegra con su Caixafórum era una “atentado” al patrimonio.
Rafael Crespo ha aplaudido la exigencia del plan especial de protección del alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, algo que, en su opinión, tiene mucho que ver con estos “arquitectos estrella” que son un peligro cuando actúan en bienes patrimoniales. Según Crespo, la otra vez fue el arquitecto el que no quería dicho plan porque le obligaba a modificar el proyecto. “Querían hacer por encima de la legalidad”, ha dicho Crespo.
La Fundación Museo Atarazanas ha exigido a la Junta que no ceda el cien por cien de la gestión a Caixabank. Para su presidente, es importante que la Fundación Cajasol gestione las actividades. “Jamás en Cataluña se permitiría que viniese una entidad privada (…) y se creara algo que no tuviera nada que ver con la cultura catalana”, ha puntualizado Crespo.
