Los restos óseos hallados por la Policía Nacional a última hora de este lunes en la escombrera del municipio de Camas son humanos, pero no pertenecen a la joven Marta del Castillo, asesinada y desaparecida en enero de 2009.
Así lo confirmó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que informó que los forenses desplazados hasta la zona determinaron que la “antigüedad” de los huesos encontrados hacen que “sean incompatibles” con los de la joven desaparecida hace cinco años.
Eso sí, ante la duda inicial de si los huesos eran humanos o de origen animal, un primer análisis de los especialistas sobre el terreno ratificó que son humanos, aunque el siguiente trabajo consistió en corroborar la antigüedad exacta de los mismos así como su procedencia, por lo que durante la jornada de ayer fueron trasladados al Institúto Anatómico Forense de Sevilla para realizar un estudio en profundidad.
Hasta la escombrera de Camas, y precisamente ante la posibilidad de que los huesos hallados fueran humanos, se desplazó una comisión judicial encabezada por el magistrado titular del Juzgado de instrucción número 4, Francisco de Asís Molina, que mantiene una pieza separada del caso para localizar a Marta del Castillo.
El juez, junto a un secretario judicial y la directora del Instituto Forense, siguieron de cerca durante la mañana de ayer los trabajos sobre el terreno realizados con los restos óseos por parte de los forenses. “Lamentablemente” -según indicó el TSJA-, dicha comisión judicial “constató in situ que no son los de la menor asesinada”.
Una vez confirmada la noticia, tanto la comisión judicial como la científica abandonaron el lugar, aunque se confirmó que la Policía Judicial seguirá con los trabajos de búsqueda comenzados en esta zona hace unas semanas, ya que les falta por rastrear gran parte de los 1.500 metros acotados.
Las labores de la Policía Nacional respecto a este caso se han centrado en las últimas semanas en esta escombrera del municipio de Camas situada junto a un puente del río Guadalquivir. Este puente comunica Camas con la zona de la Cartuja de Sevilla, en la que se desarrolló la Exposición Universal de 1992, y es utilizado por los viandantes, ciclistas y autobuses urbanos para evitar el uso de las autovías de entrada a la ciudad.
Desde la noche del lunes, cuando se hallaron los restos óseos, los agentes establecieron un fuerte cordón policial a ambos lados del puente para mantener alejados a curiosos y a medios de comunicación, que tuvieron que conformarse con seguir los acontecimientos a unos 300 metros de donde se encontraron los huesos.
En pocas horas
Una vez que saltó la voz de alarma, la Policía inició un rápido dispositivo para determinar el origen de los restos óseos, que fueron custodiados durante toda la noche por varios agentes a la espera de la llegada de la unidad científica, que arribó al lugar sobre las 08.30 horas.
A la escombrera, donde también se desplazó el abuelo materno de la joven desaparecida, José Antonio Casanueva, llegó un camión laboratorio de la Policía Científica procedente de Madrid. Junto a ese camión la Policía montó una carpa para realizar sus trabajos.
Según confirmó la Policía a los numerosos medios allí desplazados, los restos óseos hallados eran varios, entre ellos un fémur, pero no se encontraron ropas ni objetos personales.
A pesar de que las pesquisas hayan confirmado un resultado negativo, la Policía continuará rastreando el lugar.
Tan sólo el abuelo de Marta se acercó el martes a la zona
Por recomendación de la Policía, y ante la previsión del revuelo que iba a causar el hallazgo, los padres de Marta, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, no se acercaron al lugar. De los familiares, tan sólo lo hizo el abuelo materno, José Antonio Casanueva, que llegó a la escombrera de Camas a primera hora de la mañana de ayer y se mostró esperanzado.
El total de las búsquedas suman ya 616.319 euros
Los restos óseos hallados este lunes son los primeros localizados en el caso de Marta del Castillo después de cinco años de búsquedas de la Policía tras las ocho versiones distintas que ha dado el asesino confeso, Miguel Carcaño. Los rastreos, que han incluido también el río Guadalquivir, un vertedero de Alcalá y la finca Majaloba, suman ya 616.319 euros.