El Museo de Bellas Artes de Sevilla expone hasta el 6 de julio la obra Don Diego Mexía Felípez de Guzmán, marqués de Leganés, del artista flamenco Antoon Van Dyck, pintura perteneciente a la Colección Santander que llega a la pinacoteca hispalense con el programa Obra invitada tras acuerdo con la fundación de la entidad bancaria.
La secretaria general de Cultura, María del Mar Alfaro, y la directora de Proyectos Culturales de la Fundación Banco Santander, Rosario López, han sido las encargadas de presentar este retrato que fue pintado en 1634, fruto de la amistad que tenían el autor y el marqués, también coleccionista de arte que llegó a reunir más de 1.300 lienzos.
En una nota de prensa, se indica que el programa Obra invitada consiste en la incorporación al recorrido de los fondos permanentes del Museo de Bellas Artes una pieza de especial interés perteneciente a otra entidad o colección, lo que permite acceder a piezas de difícil acceso.
Don Diego Mexía Felípez de Guzmán, marqués de Leganés presenta los recursos típicos de Antoon Van Dick y sus antecedentes de la escuela clásica, que ya usó en el taller de su maestro Rubens.
La silueta de Diego de Mexía en el cuadro apenas difiere de las realizadas por el pintor flamenco en su etapa italiana, aunque adaptada a la etiqueta de las costumbres españolas. El magistral empleo de la luz matiza de forma realista la atmósfera de semipenumbra del cuadro.
La datación de la obra está determinada por el viaje de Mexía a Bruselas en 1627, adonde se desplazó para tratar una posible alianza con Francia contra Inglaterra. Es probable que fuera pintado años más tarde, hacia 1630, aunque otros investigadores sostienen que habría sido entre 1634 y 1635.
Antoon Van Dyck (Amberes, 1599-Londres, 1641) abordó numerosos temas y formatos en la pintura, pero sobre todos prevalece el retrato, donde logró aunar la imagen real con el carácter del personaje. Fue discípulo de Rubens, cuya influencia sería decisiva a lo largo de su trayectoria.