Estricnina, el nuevo proyecto musical de Juanito Makandé y El Canijo de Jerez, anuncia las primeras fechas de la gira de presentación de su flamante y exitoso disco: Hemos visto cosas que harían vomitar a un murciélago.
La gira arrancará el sábado 4 de febrero en la Sala Eventual de Málaga y, hasta el momento, contará también con conciertos en Valencia (11 febrero), Bilbao (25 febrero), Barcelona (4 marzo), Sevilla (11 marzo, Sala Custom), Granada (18 marzo); Jerez de la Frontera (1 abril), Murcia (17 abril); Madrid (22 abril), e Ibiza (25 mayo), fechas a las que se le irán sumando otras muchas.
Hace tan solo unos días nos alegrábamos de la calurosa acogida que estaba recibiendo el lanzamiento del disco de debut de Estricnina, Hemos visto cosas que harían vomitar a un murciélago. Las cifras cantan: mientras el videoclip de su primer single, Oye mujer, va camino de superar las 80.000 reproducciones en apenas dos semanas desde su estreno, el disco se ha ido encaramando desde su lanzamiento, el pasado viernes 21 de octubre, a lo más alto de los puestos de venta en tiendas como FNAC y plataformas digitales como iTunes y Amazon.
El Canijo de Jerez y Juanito Makandé se conocieron hace quince años en el ascensor de un hotel con hechuras de rascacielos en Benidorm. Entraron como completos desconocidos y varias plantas después salieron abrazados como compadres. Fue el germen de una amistad que, tras interminables noches de música, risas y humo, acaba de cristalizar en Hemos visto cosas que harían vomitar a un murciélago, el primer disco de Estricnina.
Efectivamente la estricnina es un veneno para matar a las ratas. También es una expresión que utilizan los flamencos de Cádiz para referirse a alguien o a algo que es “mu” malo. De ahí han sacado El Canijo y Juanito Makandé el nombre del grupo que ahora publica un puñado de canciones que, como cuchillos envenenados, se clavan y dejan huella de la buena.
“Llevamos mucho tiempo en esto de la música y de la farándula”, cuentan los dos andaluces para explicar el título del disco. “Y hemos visto de todo, para bien y para mal. Cosas que harían vomitar a un murciélago”. Se le ocurrió a El Canijo en una de esas tardes en la que se ponen “tiernos” y que casi siempre le pillan con una guitarra entre las manos, gafas de sol y un canuto entre los dedos.
Ha llegado el momento de que vuelvan a unir fuerzas para hacer algo sin presiones, sin agobios; por el simple y gran placer de hacer canciones.
Todas están compuestas, arregladas y producidas por los dos, aunque se han buscado unos rotundos aliados. Una banda de lujo bautizada como Los Murciélagos. A saber: los hermanos Bao, Anye a la batería y Pepe al bajo, Marcos Munné a la guitarra y Nacho Lesko a los teclados.
En este disco encontrarán un veneno contra el aburrimiento. Y muchas novedades. No se extrañen de la mezcla. Ha sido la esencia de los dos artistas, que, sin renunciar a sus raíces, saben evolucionar y coger lo mejor de cada estilo. Ellos bromean con que lo que hacen es flamenco-indie. Es mucho más: “Estricnina puede dedicarle unos tanguillos a un canuto, cantar un reggae revolucionario a Caños de Meca y mandarle una carta de amor a Sevilla. Sin desenchufar la guitarra”, nos cuenta Lino Portela.