La Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Sevilla ha impuesto una sanción de 750.000 euros al bufete Sanguino Abogados, ubicado en la capital hispalense, en base a irregularidades detectadas relacionadas con la contratación de su plantilla de empleados.
Según ha podido saber
Viva Sevilla, la multa decretada por el organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social obedece al hecho de que éste detectó que parte de los trabajadores de la firma no estaba dada de alta en la Seguridad Social por el número de horas por las que realmente debería haber estado.
Se trata de empleados que se encontraban vinculados a la firma en régimen de “contratos mercantiles”, una práctica muy común también en el ámbito de la abogacía. A este tipo de vínculos laborales se recurre para hacer que un trabajador autónomo pueda realizar una actividad para otras empresas u otros clientes autónomos. Este tipo de contrato se suele llamar de prestación de servicios.
Sin embargo, la Inspección de Trabajo, instada por la denuncia de varios extrabajadores, concluyó que estos empleados no estaban dados de alta de manera regular porque, según su informe, desarrollaban sus funciones durante más horas de las que en realidad deberían, como si se tratase en la práctica de personal laboral de la firma.
Número de horas
Conforme a ello, y dado que la cuantía de este tipo de sanciones se calcula en base al número de horas que supuestamente se han dejado de cotizar durante el periodo de tiempo investigado por los inspectores de Trabajo, el organismo ha propuesto una multa de 750.000 euros para este despacho de abogados.
A raíz de todo este proceso, y según ha podido saber también este periódico, Sanguino Abogados regularizó la situación de todo su personal y se puso al día respecto a sus obligaciones laborales en materia de Seguridad Social. Actualmente, en el bufete hispalense trabaja casi medio centenar de personas.
Viva Sevilla contactó este martes con Sanguino Abogados para conocer su versión de lo sucedido. Al respecto, el bufete reconoció la existencia de la sanción, pero aseguró que lo único que la firma había buscado era “dar seguridad y garantías a sus trabajadores”.
“Cuando nos trasladamos a la nueva sede (enero de 2017), más grande y en la que ya sí podíamos acoger a todos los empleados, pasamos todos los contratos mercantiles (autónomos) a laborales (plantilla). Ese exceso de contratos a la vez fue lo que llamó la atención de Trabajo. Ahora estamos en contacto con Inspección para tratar de explicarlo y justificarlo”, argumentaron fuentes del despacho.
El despacho con expolíticos: Marchena, Maza, Serrano...
Basta echar un vistazo a la “estructura organizativa” que presenta Sanguino Abogados en su web oficial para constatar que, a tenor de los nombres que aparecen, no se trata de un despacho de abogados cualquiera.
Destacan especialmente los de sus dos “consejeros”: Manuel Marchena y Jesús Maza. El primero, catedrático de la Universidad de Sevilla, es un viejo conocido de la política municipal. No en vano, fue gerente de Urbanismo y director de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla durante el mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín. Desde septiembre se integró en el departamento de Derecho Administrativo, Urbanismo y Medio Ambiente de la firma.
Por su parte, Maza es otro hombre con amplio bagaje. De hecho, fue consejero delegado de Emasesa, y hombre de confianza de Zoido en las empresas municipales. Pero Maza no será el único peso pesado del mandato del exalcalde popular que fiche por Sanguino.
La firma ya ultima la llegada de Gregorio Serrano para incorporarlo como responsable de una consultoría con la que pretende engordar su estructura.
Por su parte, Ernesto Sanguino, uno de los dos socios fundadores, es un hombre muy conocido dentro del mundo cofrade. Es capataz de dos hermandades: Dulce Nombre de Bellavista y La Paz. Además, Sanguino es actualmente consejero del Real Betis Balompié.