La campaña electoral para las municipales del domingo ha terminado. Han sido quince días justos, confirman los calendarios y tiempos oficiales. Pero Sevilla ha puesto el punto y final a seis meses de campaña. Desde el pasado
2 de diciembre, cuando las urnas de las elecciones autonómicas arrojaron unos resultados que hicieron posible la
alternancia en el Gobierno de la Junta,
la ciudad ha vivido, como todo el país,
sumida en una campaña electoral permanente. Sin descanso, sin resuello y, al final ya, sin ideas novedosas.
Algunos de los candidatos han cerrado la campaña casi al borde del llanto. Así habrá sido el esfuerzo para mantener la atención de unos ciudadanos bombardeados con eslóganes desde hace ya demasiado tiempo...
La campaña ha exhalado su último aliento, pues, sin sobresaltos. Porque no ha habido sorpresas en el
convencimiento mostrado tanto por Cs como el PP de que Sevilla votará cambio. Cómo se materialice ese cambio, como así ocurrió en la Junta tras las autonómicas de diciembre, ya es otro cantar para el que habrá que esperar a la noche del próximo domingo.
Tampoco ha habido sorpresas en el fin de fiesta de
Adelante Sevilla, que ha reivindicado su papel de contención de las derechas. Ellos son y están en las antípodas de Vox y, como durante toda la campaña, han
avivado el miedo al retroceso y la vuelta al pasado para llamar a una movilización masiva.
En el caso de
Vox, su candidata ha hecho lo que se esperaba de ella y, sobre todo, de su formación política: una
campaña con acento marcadamente nacional, con las miras puestas en Cataluña y en Sánchez, la encarnación misma del traidor Judas. Se peleará por Sevilla, sí, pero sabiendo que la toma de la Plaza Nueva no es más que un escalón para la conquista final: el Gobierno de España.
Por último,
Juan Espadas, candidato del PSOE que
aspira a revalidar la Alcaldía otros cuatro años, no ha sido menos y, fiel a si mismo y a la campaña que ha seguido, no se ha salido ni un milímetro del guión. Frente a "los tristes", la "ilusión" y las "propuestas". Y
frente a las tres derechas, un gobierno del PSOE "honesto y ético". Arropado por la ministra de Hacienda en funciones y diputada en el Congreso por Sevilla, María Jesús Montero; el miembro de la Mesa del Congreso y exdelegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis; y la secretaria de los socialistas sevillanos, Verónica Pérez, Espadas ha defendido los cuatro años de gobierno en minoria de su formación política que con 11 concejales ha logrado hacer
"el doble" que el popular Zoido con 20.
Todo ha quedado listo para la
sentencia final, que la dictarán los sevillanos
el próximo domingo 26 de mayo.