El primer edil hizo tal definición en la sesión plenaria celebrada esta mañana, que se saldó con la aprobación, con los votos a favor del Equipo de Gobierno y el negativo del conjunto de la oposición, del Presupuesto consolidado (Presupuesto del Ayuntamiento y los del conjunto de las sociedades municipales), que asciende a 105.669.631 euros, de los que 99.023.000 euros corresponden exclusivamente al Presupuesto del Ayuntamiento de Torremolinos y el resto a las sociedades municipales.
En su intervención final, el primer edil destacó el hecho de que, pese a la situación de crisis, el Ayuntamiento de Torremolinos presenta un Presupuesto que supera los de muchas capitales de provincia españolas y, tras señalar que se produce una reducción de las inversiones en infraestructuras, lo que vinculó al hecho de tratarse de un Presupuesto previsto para un año de elecciones y, por tanto, con un cierto espíritu de transición, aclaró que, en todo caso, la valoración ciudadana de una gestión deberá hacerse sobre los cuatro años de gobierno.
"Cuando rindamos cuenta al pueblo con motivo de las próximas elecciones municipales -dijo Pedro Fernández Montes- se verá que los últimos cuatro años han sido fructíferos para Torremolinos y, en su conjunto, las obras de infraestructura que hemos realizado van a superar con mucha diferencia a las que pueda presentar cualquier otro municipio turístico de la Costa del Sol".
El alcalde recalcó también que, pese a la coyuntura actual, "no vamos a bajar la guardia en el mantenimiento de la ciudad", por lo que ello representa a la hora de garantizar la competitividad como municipio turístico, y detalló que durante 2010 se produjeron 9.519 actuaciones puntuales de mantenimiento o arreglo de desperfectos detectados en la ciudad, bien a través de la propia inspección municipal o por denuncias y sugerencias de los propios vecinos, y destinadas en todo caso a intentar que Torremolinos ofrezca siempre al visitante su mejor imagen.
También, en relación con el Presupuesto para 2011, Pedro Fernández Montes fue rotundo a la hora de aclarar que, pese a las limitaciones que impone la crisis económica, con el descenso generalizado de los ingresos y una fuerte crisis de confianza general, "en modo alguno vamos a bajar la guardia en nuestra política social, que no es lo mismo que decir socialista, y por ello, dentro de nuestros límites y competencias, vamos a seguir dando nuestro apoyo a las personas necesitadas y a los mayores".
Además, en respuesta puntual a algunas de las críticas formuladas por los portavoces de la oposición, sobre todo respecto a los presupuestos de algunas de las sociedades municipales, el alcalde recordó la deuda de 132 millones de pesetas con la que el Ayuntamiento asumió en su momento, en 1997, la gestión del Palacio de Congresos y Exposiciones; recriminó al PSOE que "a estas alturas, defienda aquí y ahora una reducción de los impuestos" y, tras justificar la necesidad de concertar préstamos en el futuro para poder financiar obras necesarias, señaló que la deuda del Ayuntamiento, en torno al 55 por ciento, permite aún un margen de maniobra, y ello pese a que la Administración Central, que en principio había establecido como techo máximo del endeudamiento municipal el 110 por ciento, lo rebajó al 75 por ciento, con lo que ello ha supuesto de "asfixia" para muchos ayuntamientos, entre los que, afortunadamente, hoy en día, no se encuentra Torremolinos.
Fueron, grosso modo, los argumentos centrales de respuesta a sendas y sucesivas intervenciones de los portavoces de IU y PSOE, Félix Marín y Juan Ortuño, quienes no escatimaron críticas contra el Presupuesto para 2011.
Concretamente, el representante de IU los calificó de "no creíbles, ni transparentes y carentes de participación ciudadana", asegurando que "el Presupuesto no responde al interés general de los ciudadanos", mientras que el portavoz socialista consideró que el Presupuesto se define por su "artificiosidad", por la "carga fiscal" que comporta y por ser un "lastre" para el desarrollo del municipio, criticando las previsiones establecidas en diversos capítulos por su hipotético imposible cumplimiento.
En respuesta a estas valoraciones, el concejal de Hacienda, Antonio Díaz, no dudó en calificar las intervenciones de la oposición como “mera palabrería” y, en relación a la persistente demanda de retirada del Presupuesto, dijo haber quedado patente “la falta de credibilidad de la oposición”, a la que recriminó “no haber dicho nada sobre lo que presupuestamos en atenciones sociales” o sobre “la reducción de los ingresos provenientes del Estado que nos ha impuesto el Gobierno socialista”. “Esos asuntos no parecen merecer su atención”, sentenció el edil de Hacienda.