Hace solo siete días, el PSOE trató por última vez llegar a un acuerdo para sellar una candidatura de consenso de cara al Congreso Provincial que se celebrará en Cádiz el próximo 5 de abril. Tras el fracaso de las negociaciones durante el cónclave regional en Armilla, Granada, el nuevo responsable de Organización del partido a nivel autonómico, Francisco Rodríguez, se sentó con Juan Carlos Ruiz Boix, Irene García y Fernando López Gil en la sede de San Vicente, en Sevilla. El actual secretario general expresó su férrea voluntad de continuar al frente del partido en Cádiz, para lo que está dispuesto a renunciar a su escaño en el Congreso. algo que los representantes de la corriente alternativa aceptaron con condiciones. Irene García pidió la Presidencia para José María Román y, para Jaime Armario, el número dos de la dirección; Fernando López Gil defendió a Patricia Cavada y Ana Carrera para esos puestos. Y, en cualquier caso, coincidieron al reclamar el 50% de los nombramientos en la Ejecutiva. El encuentro acabó sin acuerdo y al día siguiente Javier Ruiz dio un paso adelante en representación de los críticos.
Desde entonces, Juan Carlos Ruiz Boix y Javier Arana se han acusado de no facilitar el entendimiento y se afanan en mostrar en redes sociales el apoyo de la militancia durante la recogida de avales, que finaliza este martes. Entre miércoles y jueves, se proclamarán los candidatos y comenzará la campaña de información que concluirá el sábado 15, en vísperas de las primarias.
Ambas facciones sostienen que María Jesús Montero les apoya. Lo cierto es que la nueva secretaria general del PSOE de Andalucía no se ha expresado públicamente a favor ni en contra de unos y de otros. Ninguno, de todos modos, se siente desautorizado.
Juan Carlos Ruiz Boix, por su parte, insiste en que cuenta con el 70% de los votos. Pero los críticos cuestionan ese respaldo por el desgaste sufrido como secretario general durante estos tres años y la pérdida de apoyos desde entonces. De hecho, Javier Ruiz ha sido respaldado por el irenismo y el romanismo, pero también por San Fernando, que en el anterior congreso estuvo del lado del alcalde de San Roque. Ana Carrera, su número dos, también lo ha abandonado.
Por otro lado, consideran que el oficialismo hace trampas con los números al sumar fidelidad de agrupaciones al completo cuando en algunas localidades, como Algeciras o Jerez, existe una clara división y vías que explorar para atraer el voto. La capital, por ejemplo, también podría ser decisiva si finalmente opta por Javier Ruiz.
Las espadas están en alto, pero el mandato de María Jesús Montero es claro, es preciso sumar, lo que que Fernando López Gil da por seguro de una manera u otra, antes o después de pasar por las urnas el 16 de marzo, convencido de que de todo este procedimiento debe salir una “Ejecutiva de unidad” para recuperar el terreno perdido ante el PP.
