Según el recuento realizado por Voces contra la exclusión y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, los voluntarios que hacen este sondeo independiente han constatado que familias de diversas procedencias han sido desalojadas una y otra vez (864 personas desplazadas desde agosto en 133 intervenciones) y terminan regresando a los mismos lugares.
Las asociaciones han denunciado la falta de voluntad política para afrontar una “situación que, por crónica, no deja de ser alarmante”, y han defendido actuaciones basadas en el principio de que “el techo es lo primero”.
Proponen que se recupere la iniciativa del Defensor del Pueblo Andaluz, formulada hace un lustro, de optar por una red de pequeños albergues y consideran que es el momento “de mirar sin rubor hacia espacios urbanos infrautilizados cuyo uso social no requiere gran inversión”.
Uno de los últimos desmantelamientos de chabolistas fue en las neves de San Jerónimo, de las que fueron retiradas unas 15 tiendas de campaña y desalojadas 30 personas.