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Al menos 75 millones de niñas no van a la escuela en todo el mundo

Una de cada tres no continúa sus estudios de educación secundaria, según ha informado la ONG PLAN Internacional que ha presentado este miércoles el último informe 'Aprender para la Vida', enmarcado en la campaña 'Por Ser Niña'

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Cerca de 75 millones de niñas en todo el mundo no van a la escuela y una de cada tres no continúa sus estudios de educación secundaria, según ha informado la ONG PLAN Internacional que ha presentado este miércoles el último informe 'Aprender para la Vida', enmarcado en la campaña 'Por Ser Niña'.

   Desde 2007, 'Por Ser Niña' pretende poner punto y final a la discriminación de género a la que están expuestas millones de niñas a lo largo y ancho del planeta. Uno de sus objetivos prioritarios consiste en incrementar de seis a nueve, los años que las niñas deberían dedicar a la educación básica de calidad, ya que "las niñas educadas son capaces de transformar sus vidas, las de sus familias y comunidades", según señala el informe.

   En 2009, las menores recibían una media de seis años de educación en toda su vida mientras que en la década de los noventa era inferior a cuatro. 'Aprender para la vida' destaca que en la mayoría de los casos, todas las niñas con dificultades para ir a la escuela tienen en común tres factores: "son pobres, viven en zonas rurales y provienen de grupos étnicos discriminados o excluidos".


   En algunos países, "ser menor y ser mujer es sinónimo de discriminación", ha señalado la periodista Mercedes Torre al inicio de la presentación. Cerca de 900 millones de niñas y mujeres viven "atrapadas en la pobreza" y malviven con menos de un dólar (0,78 euros) al día.

   Asimismo, las violaciones de los derechos y la reiterada exposición a la violencia física y sexual o los matrimonios tempranos concertados son algunos de los abusos a los que se enfrentan las niñas en países en vías de desarrollo por el mero hecho de ser mujeres y además, ser menores. "Cada año, un millón de niños y niñas, más del 80 por ciento niñas, son explotados sexualmente", según recoge el informe, que también muestra que "la primera experiencia sexual de las niñas de la calle suele ser una violación entre los 10 y los 14 años".

   Los seis informes realizados hasta el momento han mostrado que "el 50 por ciento de las agresiones sexuales mundiales las sufren niñas menores de 16 años" y que "150 millones han sufrido la mutilación genital femenina --cifra que crece cada año dos millones--". Sin embargo, frente a estas cifras se añade que "cada año extra de educación de una madre reduce la posibilidad de mortalidad infantil de sus hijos entre un cinco y un diez por ciento", que se transforma en una "oportunidad de una vida mejor para sí mismas y para sus hijos". Todos coinciden en que "invertir en las niñas es lo más inteligente".

"OBJETIVO FÁCIL"

   La directora general de PLAN Internacional en España, Concha López, ha hecho especial hincapié en que para que esta situación cambie, es necesario "educar a los niños en equidad", ya que si se coarta el acceso a la educación "esto será imposible". El informe de 2011, '¿Y qué pasa con los chicos?', resaltaba cómo al educar en desigualdad los niños "también se convertían en víctimas" al estar obligados a comportarse de diversas maneras que los marcan "seriamente" y con las que terminan teniendo "altos índices de fracaso".

   Según el sexto informe de PLAN, "la educación por sí sola no es una cura para todos los males de la sociedad", pero una educación buena y de calidad puede permitirles "tomar decisiones positivas" y es "la llave para abrir oportunidades".

   La experta en víctimas y jefa del Departamento de Género e Infancia del Tribunal Penal Internacional (TPI), Gloria Atiba-Davies, ha mostrado su desagrado ante la situación que están viviendo millones de niñas alrededor del mundo. Además, ha enfatizado que estas menores son "un objetivo fácil" de la guerra y de los conflictos armados y ha recalcado que "las niñas sufren y lo hacen no sólo físicamente, sino también emocionalmente, mentalmente y psicológicamente".

   En esta ocasión, la gran protagonista fue Bishnu Kumari Chaudhary,  joven nepalí, ex kamalari (esclava doméstica) y a su vez, portavoz del proyecto Lawa Juni (Vida Nueva) de PLAN. Chaudhary ha compartido con los presentes cómo fue gran parte de su infancia como esclava en Nepal.

   La joven trabajaba desde las cuatro de la mañana hasta las once de la noche realizando tareas domésticas y agrícolas los siete días de la semana. "Me sentía como si no fuera humana. Mi dueño me trataba como un animal (...), pero nunca perdí la esperanza", ha afirmado.

   Ahora Chaudhary forma parte de un grupo organizado de 2.000 antiguas esclavas que tratan de sensibilizar a la población sobre este tema.

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