“Vengo a deslumbrarme, por eso no he querido ver nada hasta ahora. A lo mejor la noche del estreno quedo espachurrado”, imagina Arrabal, que compareció ayer ante la prensa junto a Balada, y el director de escena, Joan Font, además del director general del Real, Miguel Muñiz, su director musical, Jesús López Cobos, y su director artístico, Antonio del Moral.
Fausto es una mujer –que añade el apellido “bal” jugando con los de los autores– y Margarita es Margarito; y la historia, que se desarrolla en un tiempo “entre el barroco y el cómic”, es una alegoría sobre el bien y el mal, una crítica “al afán masculino de penetrar a la fuerza” en clave surrealista.
El autor (1932, Melilla), creador de otros tres libretos, ha asegurado que está “entusiasmado y conmovido” por participar en una creación “de altura mundial y excepcional” que se estrena en Madrid, “que está viviendo un auténtico Renacimiento”.
Con su libreto ha querido homenajear y completar el que él considera “el mejor libro de la historia”, El maestro y Margarita, de Mijail Bulgakov.
“Quisiera llegarle a la altura de los zapatos, pero creo que le faltaba un poquitín, y es que se pudiera clonar y volar”.