La última ofensiva de la patronal bodeguera contra el sector vitivinícola de Sanlúcar tiene forma de caja y representa la apuesta por los nuevos modos de transporte del vino. El ‘bag in box’, un sistema que comenzó a implantarse en la década de los 50 y que hoy en día se posiciona como firme candidato a sustituir a las tradicionales garrafas, tiene como principal enemigo en el Marco a Fedejerez, que acaba de lanzar una campaña contra este tipo de envase señalando que “sólo es vino de Jerez el que se comercializa en vidrio”. Pero hace escasos meses, era la patronal la que en un artículo de la publicación que edita hablaba del sistema como “el futuro” y ensalzaba las ventajas del ‘bag in box’ basándose en su incidencia en el mercado francés, donde se ha introducido con éxito.
Para los vinateros de Sanlúcar, “no es que sea el futuro sino que es el presente”. Defienden la calidad que ofrece el ‘bag in box’ frente a la garrafa, la higiene, la conservación del producto, que está envasado al vacío y una vez abierto, no puede rellenarse”, así como desde el punto de vista del transporte y la distribución.
Conscientes de la realidad del sector, en el que desde los años 80 hasta 2014 han desaparecido 2/3 de las bodegas existentes en el Marco de Jerez, pasando de 219 bodegas de entonces a las 78 de la actualidad, el ‘bag in box’ “que nos reclama el cliente, es una solución a los problemas que tenemos de transporte y sanidad y debemos de adecuarlo a los nuevos hábitos de consumo de los clientes ofreciéndoles aquello que demandan, por ejemplo, este nuevo formato”.
Así se posiciona el presidente de la Asociación de Vinateros de Sanlúcar, Francisco Yuste, uno de los firmes defensores de este sistema. “Negar el ‘bag in box’ es ir en contra de la modernidad”, expone Yuste, para quien el nuevo sistema “no viene a sustituir a la botella sino que es una alternativa a la garrafa”. “Es otra forma de comercializar el vino a granel. Se trata de buscar un envase más cómodo, higiénico y práctico que las antiguas garrafas, y que, además, el vino de Jerez puede acceder a mercados como el del norte de Europa, muy concienciados con el medio ambiente y que admiten muy bien este tipo de envases”, defiende José Carlos Garrido, director técnico de Bodegas Argüeso.
La mayoría de las bodegas y cooperativas sanluqueñas apuestan ya por este sistema. En otros lugares de España con Denominación de Origen, como Montilla-Moriles o Ribera del Duero llevan años apostando por el ‘bag in box’ amparador por sus respectivos consejos reguladores, envasando vinos de gran calidad.
En Sanlúcar sólo encuentran una explicación posible al “ataque virulento” que la patronal ha puesto en marcha, acompañada de publicaciones de informaciones que los comercializadores del ‘bag in box’ sanluqueños estudian demandar: que la cuota de mercado alcanzada con las ventas de este sistema ‘choque’ con otros intereses empresariales.
Actualmente, las ventas en el mercado nacional se reparten en un 60% de Manzanilla, 30% de Fino y, el resto, el resto de vinos generosos”. Según Yuste, si se incluyeran las ventas del ‘bag in box’, “estaríamos en un 80% - 20%” pero estas ventas no son controladas por el Consejo Regulador puesto que para comercializar estos vinos las bodegas tienen que descalificarlos, ‘sacándolos fuera’ de la Denominación de Origen Jerez, Xèrez,Sherry y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda y no pudiendo utilizar, según la normativa, ni la palabra Manzanilla ni alusión alguna a la localidad donde únicamente se cría este vino, Sanlúcar de Barrameda.
Unido al aspecto económico, la campaña contra el uso del ‘bag in box’ por parte de la patronal choca con una de las tradiciones más arraigadas en Sanlúcar con respecto al consumo y adquisición de vinos, la del ‘garrafeo’ de quienes acuden a las ‘tiendas’ con su garrafa a comprar el vino a granel. “Si se prohíbe, se acabará con otra tradición con las consecuencias económicas que ello conlleva”, exponen.
Las consecuencias de este enfrentamiento, que ahora tiene como arma el ‘bag in box’ pero que hace apenas dos años se fundamentaba en la prohibición de producir en Sanlúcar cualquier otro vino que no fuera Manzanilla, viene a evidenciar una composición del Pleno del Consejo Regulador que “es contraria a los intereses de Sanlúcar”, según señala José Antonio Silva, gerente de la asociación de vinateros sanluqueños, para quien “para que existiera igualdad” debería de producirse un cambio en el sistema de elección de vocales al Pleno del Consejo, cuyo borrador está pendiente de publicación en el BOJA con la convocatoria de nuevas elecciones en el ente. De hecho, el sistema de ‘bag in box’ no se ha abordado en ningún Pleno de este órgano, si bien estuvo hace unos meses a punto de llegar y finalmente se retiró al no contar con el apoyo de Asaja.
La falta de unidad y los intereses encontrados en relación al sector vitivinícola en el Marco de Jerez podrían tener efectos inmediatos, como las demandas anunciadas por los comercializadores de vino en ’bag in box’ y la salida de varias bodegas de la patronal Fedejerez. La última en recibir la negativa a la comercialización mediante este sistema ha sido Bodegas La Gitana, quien ya ha puesto encima de la mesa su intención de abandonar el organismo, idea que comparten otras bodegas también partidarias del ‘bag in box’. Los vinateros inciden: “estamos dentro de la legalidad y el problema es de Fedejerez, ellos son quienes están confundiendo a la gente”. “Nosotros no estamos engañando a nadie”, aclara Garrido, resaltando que se trata de vinos que el Consejo autoriza su descalificación.
Regulación y más control
Desde la Asociación de Vinateros reclaman que el ‘bag in box’ sea un envase autorizado para los vinos del Marco de Jerez y que sea el propio Consejo Regulador el que pueda velar por la calidad de los vinos que se comercialicen mediante este sistema. En definitiva, que sea el Consejo el que establezca la sustitución de algo que ya está autorizado con las garrafas, siendo un envase alternativo, ante la desaparición de estas y las exigencias sanitarias. Según Yuste, “sólo temas económicos contrarios a los intereses de alguno justifican este rechazo” y, puntualiza sobre el que debería de ser, a su juicio, la actuación del Consejo Regulador: “promocionar el mercado de botellas, que vaya a más, mirando qué es lo que lleva la botella, porque no se puede vender Manzanilla o Fino a un euro o menos de un euro, que es lo que cuesta el cristal, el tapón y el precinto ¿y lo que lleva dentro, qué vale? Eso es lo que debe hacer el Consejo Regulador, mirar qué es lo que llevan estas botellas”.
Pese a que el ‘bag in box’ es un recipiente más económico que la botella, sostienen los vinateros sanluqueños que se da más valor al producto, al vino. “Le garantizo que la calidad que llevan nuestros ‘bag in box’ es mucho más que algunas botellas que hay en el mercado”, aclara el presidente de la entidad, Francisco Yuste, para quien es una incongruencia que “sea el mismo vino que vendemos en garrafas y que no nos dejen envasarlo en formato ‘bag in box’, mucho más higiénico y que garantiza la calidad y genuidad de nuestros vinos, intentando engañar al consumidor y tirar por tierra a las bodegas sanluqueñas”.