El arcense Felipe Iglesias recobra la presidencia de la Federación de Asociaciones Vecinales de Arcos tras la asamblea celebrada en presencia de los distintos presidentes del colectivo. Junto a él, y como cargos más representativos, se encuentran Antonio García Ramírez como vicepresidente; Cristina Pérez Marchena como secretaria; Laura García López como vicesecretaria; Ana Bautista Rosales como tesorera; y Josefa Domínguez Guerrero como vicetesorera, además de un importante grupo como vocales.
Uno de los compromisos prioritarios en esta nueva etapa es “ofrecer y tender la mano, con el fin que haya un buen entendimiento con todos los representantes políticos y muy especialmente con el Gobierno actual, ya que sería muy positivo por el bien social de los ciudadanos, priorizando lógicamente a los más desfavorecidos”, según explica la federación en nota pública.
Entre sus primeras peticiones se encuentra una reunión con el alcalde de Arcos para presentar el programa de actuaciones que ha aprobado la ejecutiva . Igualmente, ya solicitan del equipo de Gobierno que se pongan en marcha cuanto antes las consultas ciudadanas, así como la celebración de plenos sobre iniciativas ciudadanas, al igual que el cumplimiento de los presupuestos participativos y representativos.
Iglesias entiende que es importante que la ciudadanía “recupere la confianza en beneficio de todos y especialmente de los más desfavorecidos, ya que la clase política se ha despreocupado de muchos colectivos sociales y muy especialmente de la federación”, opina la asociación a través de su comunicado.
Para el mismo, la federación ha sido desde su fundación “ un referente muy positivo para todos los vecinos de Arcos”, ya que en su día se creó un reglamento de participación ciudadana, la figura del defensor de la Ciudadanía, un reglamento de presupuestos participativos, los diferentes consejos: Mayor, Mujer, Jóvenes, Medio Ambiente y Barriadas Rurales; un reglamento de ordenanza municipal sobre antenas de telefonía, radio y televisión; un reglamento de extracto de las reivindicaciones recogidas en la carta ciudadana Modelo de Ciudad, el reglamento para un proyecto de Ley para el Gobierno municipal y cursos de formación gratuitos y homologados por la Junta.
“La sociedad participativa es donde aprendemos a construir ciudadanía, donde las personas se pueden considerar ciudadanos activos en la participación social, de la cual nacen las entidades creadoras; en nuestro caso la sociedad civil organizada. Favorecemos y educamos en la participación, porque ofrecemos un sentido de pertenencia y una experiencia de grupo, como espacios de formación, de acción y reivindicación; creamos un hábito de trabajar juntos, posibilitamos el protagonismo de sus componentes, enseñamos a descubrir que hay personas iguales a nosotros, pero con una manera en redes afectivas, redes informativas, ayudamos a descubrir potenciales y límites personales, potenciamos habilidades comunicativas, introduciendo la motivación del bien común; posibilitamos plantearse y conseguir objetivos individualmente, ofrecemos espacios de reflexión y formación acerca de la sociedad actual. Cambiar con profundidad el modelo social para conseguir la inclusión y la participación, así orientamos nuestro trabajo hacia una democracia activa, participativa y representativa”, concluye la nota de la “asociación de asociaciones”.
