Estos trabajos se habían hecho más que necesarios con la llegada del verano y el notable incremento de vehículos entrando y saliendo de Gibraltar. El firme de la zona aduanera, por la que debían cruzar los vehículos al salir del Peñón, se encontraba en un lamentable estado, plagado de socavones y cortos desvíos.
Durante los últimos días las obras parecían paralizadas, aunque en realidad se estaba esperando a que fraguase el nuevo firme de la calzada.
Desvíos
Estas obras se sumaron a las que se están llevando a cabo en la avenida Winston Churchill del Peñón, junto a la rotonda del sundial y que en ocasiones han provocado también largas colas para entrar en la ciudad ya que el tráfico era desviado obligatoriamente por el residencial Los Glacis, junto al estadio Victoria y terminaban encontrándose con más obras en la rotonda de la plaza del Reloj.
Ahora se está a la espera de la mejoras en el serpentín de entrada al Peñón, que también se encuentra en un avanzado estado de abandono, especialmente en la zona de curvas y que se ve empeorado por el paso de camiones de las obras del puerto deportivo.
Fuentes de la Policía Nacional española destacada en la zona fronteriza entre La Línea y Gibraltar, declaraban a este medio que en el servicio no se habían visto afectados por las obras, pero la gente sí había tenido que soportar más tiempo en la cola de entrada o de salida.