Un equipo de once ciudadanos saudíes, entre ellos un químico y un toxicólogo, limpió los rastros y eventuales pruebas del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi antes de que las autoridades turcas pudieran investigar el caso, asegura hoy el diario oficialista turco Sabah.
Los once saudíes llegaron al aeropuerto estambulí de Sabiha Gökçen el pasado día 11 de octubre y se hospedaron en un hotel cerca del consulado saudí donde desapareció el reportero el pasado día 2.
El rotativo revela la identidad de dos de esos ciudadanos saudíes, el químico Abdulaziz Aljanobi y el experto en toxicología Khaled Yahya Al Zahrani.
Según concluye Sabah, los sospechosos visitaron diariamente las dependencias del consulado y la residencia del cónsul entre el 11 y 17 de octubre para hacer desaparecer pruebas del caso.
Las autoridades turcas pudieron acceder a ambos recintos diplomáticos el 17 de octubre, pues no obtuvieron antes de Riad el permiso para registrar los edificios requerido de acuerdo con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
La Fiscalía turca declaró recientemente que Khashoggi, de 59 años, fue estrangulado y posteriormente descuartizado en el consulado de su país en Estambul, cuando acudió a esas oficinas para obtener unos documentos para poder casarse con su prometida turca.
El periodista era esperado en el consulado por un comando de una quincena de agentes saudíes que habían viajado a Estambul pocas horas antes y regresaron a Riad esa misma noche.
El político turco Yasin Aktay afirmó el pasado viernes al diario Hürriyet que los asesinos descuartizaron el cadáver para poder "disolverlo" en una sustancia química y deshacerse de él más fácilmente, un punto no confirmado aún oficialmente por la Fiscalía.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, ha asegurado que su Gobierno tiene la certeza de que la orden de matar al reportero disidente "vino de los más altos niveles" del poder de Riad.
En una columna publicada el viernes en el diario estadounidense The Washington Post, Erdogan insiste en que el reino wahabí debe responder aún muchas preguntas sobre lo ocurrido Khashoggi.
"Sabemos que la orden de matar a Khashoggi vino de los niveles más altos del gobierno saudí", escribió el presidente turco.