Carlos Moyá, entrenador de Rafael Nadal, reconoce que su pupilo "llegó a perder la motivación y las ganas" tras la lesión de Indian Wells, y que hace un mes ni se planteaban llegar con opciones de ganar Roland Garros.
"Nunca había visto a Rafa así, y menos en la época de tierra batida. Estaba muy cabizbajo, sin motivación. Llegó a perder la ilusión y las ganas", señala Moyá en declaraciones recogidas por la web de la ATP.
A base de diálogo, asegura el extenista, lograron recuperar el jugador, que ha tenido una progresión ascendente desde el comienzo de la gira de tierra batida.
A Moyá le sorprendió que Nadal ganara tres partidos en Montecarlo y que su mejora se acelerara en Barcelona.
"Si llega a ser Roland Garros antes de Barcelona, hace un mes, es improbable que Nadal ganase el torneo. Mi esperanza es que faltaba tiempo todavía, y lo que ha pasado en este tiempo es algo que puede ocurrir cuando se trata de un jugador tan grande", afirma.
El técnico asegura que le han animado "a luchar, a poner buena actitud, a dar un paso adelante".
Moyá admite que vio en "peligro" la gira de tierra, pero alaba el profesionalismo del tenista, que "reconoció que no estaba bien y se dio la oportunidad de seguir compitiendo".
"Era la única forma de salir de esta dinámica. Hizo lo que tocaba: jugar, poner buena actitud y buena cara. Parece mentira que varias semanas después tenga este nivel. Esa era mi esperanza y la de todo el equipo, que hiciera un cambio de un día para otro", dice.
Con todo eso, Moyá explica que Nadal llega a París, donde aspira a sumar su duodécima corona "en buenas condiciones", aunque con menos partidos en sus piernas que en temporadas anteriores.
"Si habitualmente empezaba muy bien la temporada de tierra, luego bajaba un poco la intensidad, y la volvía a subir para París, este año es el primero que llega en una línea ascendente constante, al menos desde que estoy yo en el banquillo. Aunque eso no significa nada tampoco", analiza.