El segundo día de preliminares transcurre con normalidad, observándose una mayor asistencia al Teatro que condicionó positivamente el ambiente, creándose esa esencia carnavalera que tanto gusta. Ya se empiezan a observar los nervios en la carpa y vuelven “los comentarios de barra”. La vida en el Teatro cobra su esplendor, creando esa comidilla que tanto gusta en esta fiesta.
¿Dónde está Francis Espinosa, presidente de la Fopac? Esa es la pregunta generalizada durante los pocos días que llevamos de concurso. Estaba claro que uno de los temas más recurrentes este año sería el tema económico y los miles de euros que siguen sin aparecer, a pesar de una controvertida y más que cuestionable auditoría lanzada hace una semana por el propio Espinosa, pagada por él mismo con dinero de la Fopac sin autorización alguna. De cuantías que no aparecen como la subvención del Puerto, hablaremos en otra ocasión. Hasta la fecha, el futuro de esta Federación está en tela de juicio y se desconoce el rumbo que seguirá, sobre todo, al conocerse la actitud del propio presidente, que sigue sin abandonar su cargo, a pesar de haber sido destituido por una asamblea a la que él no da valor, aunque fuesen los mismos que votaron su cargo. A pesar de todo este entramado que aún está por definir y judicialmente por clarificar, el carnaval sigue su curso y las primeras impresiones no se han hecho esperar, valorando muy positivamente todo el trabajo que se está realizando, mostrándose una mejor versión de una fiesta que se encontraba casi olvidada, manifestándose en este día el verdadero sentir de este certamen de coplas.
Tras abrirse las bambalinas disfrutamos de la primera murga de la noche, ‘Los que reparten a domicilio’, tipo que se encuentra en las antípodas de aquellas ‘Supermamás’, pero con una grata mejoría en cuanto a montaje y voces tras su paso por las tablas. Tras estos cinco años desde su última aparición, la evolución es significativa, algo que se agradece. Ellos llegan como ‘desokupas’, emulando ridículamente al conocido Daniel Esteve, todo un personaje. El tema se me antoja controvertido y confuso en algunos momentos, no terminando de llegar bien el mensaje, que disfrazan los supuestos objetivos. A veces, las formas eclipsan el fondo, y pencan demasiado ‘repartiendo’. El segundo pasodoble, con tienda de campaña incluido, se me escapa, y los cuplés se quedan en buenas intenciones. Cierran el popurrí en la misma tónica. Aún así, me gustaría verla de nuevo en semifinales.
La murga de Huelva muestra sus credenciales volviendo a exponer sus buenas dotes para la interpretación. ‘Aquí están tus niños’ es la historia rocambolesca que ofrecen, en la que reúnen a todos esos pequeños que fueron parte de aquel conocido programa de Juan y Medio -ahora saben las razones de ese medio- y lo llevan al más puro estilo chirigotero. Este grupo suena a chirigota, a murga canalla y valiente, jugando con las verdades del día a día y centrándose mucho en el propio carnaval, eso sí, sin cortarse un pelo y sin grandes florituras. Destaco el pasodoble homenaje a Jesuli Perojil y el buen popurrí que nos regaló. Público en pie para estos chirigoteros que se meten de lleno en la pomada, peleando por los máximos galardones.
‘Guadiana’, la comparsa de Juan Cayuela, Ayamonte, imparte una clase magistral de historia, recorriendo esa evolución del río y de su propio pueblo, dando otro giro de tuerca en su estilo literario, sin perder esa enorme potencia que muestran cada año. Otra de mis favoritas que pasará de largo por esta fase. Comparsa a considerar para los máximos galardones.
Desde Punta Umbría, ‘Fui al Registri Civil y me puse Mariví’, chirigota que no deja de sorprendernos. No es fácil lucir tipos de estas características, sobre todo, romper con esa primera impronta que marca el repertorio, pero lograron convencer al público a medida que avanzaban. El tipo: atletas masculinos que compiten o desean competir en categorías femeninas, un tema candente que recorren entre la burla y la crítica, y que tiene su mayor expresión en el popurrí con puntos muy simpáticos. Destacar el pasodoble con guiño a Bombo y platillo, que muestra el desconocimiento que tiene Huelva del Carnaval Colombino. Buen trabajo de afinación y voces, como suele traer Punta Umbría y una muy aceptable ovación. La veremos en el siguiente pase.
Cierra la noche la comparsa de Víctor Quintero y Nelli Conde, ‘El circo de los sumisos’, que entran de lleno en la crítica más pura y con una literatura excesivamente adornada, generando esa expectación que suelen crear cada año. Con una afinación impecable y voces que lucen durante todo el repertorio, muestran el lado más amargo de la esclavitud social y piramidal, la sumisión o el sometimiento en un marco bien definido y estructurado como el circo, al que le sacan un buen partido. ‘La estampa’ es espectacular, todo cuidado hasta el último detalle; los mejores disfraces hasta el momento, sin perder la elegancia del triste y crítico devenir del repertorio. Otra de las grandes que estará peleando por esa gran final.