Tiene muy claro que quiere conseguir la mayoría. Gemma Araujo afirma conocer las dificultades que se van a encontrar en el camino, pero asegura estar dispuesta a afrontarlas. Su objetivo pasa por ofrecer honestidad, trabajo incansable y rendir cuentas a los ciudadanos.
Quedan tres días de campaña. ¿Está más nerviosa que la última vez, ahora que sabe lo que es ser alcaldesa?
–Yo creo que menos. Estoy tranquila y creo que esa tranquilidad me la da el saber que estos 4 años me he dejado la piel por sacar adelante la situación del Ayuntamiento. Te mentiría si no te dijera que tengo ese pequeño nerviosismo por saber cuáles son los resultados electorales.
Y, ¿cómo está viendo esta campaña?
–Creo que está siendo una campaña limpia, donde los candidatos estamos manteniendo una confrontación de ideas. Quitando las denuncias habituales que suele haber a la Junta Electoral, y habiendo vivido otras campañas, creo que está siendo limpia y se están respetando las reglas del juego democrático.
¿Su gestión durante este mandato es su principal baza ante los electores?
–Creo que sí. Hace cuatro años pudimos tomar una decisión de no asumir la gestión de este Ayuntamiento, sabiendo las circunstancias que nos íbamos a encontrar y quisimos asumir el reto, remangarnos y plantarle cara a una situación que sabíamos ya de antemano que podía ser más que complicada. A partir de ahí han sido años muy duros en los que la situación económica ha marcado nuestro día a día. Hemos llegado a tener hasta 8 nóminas pendientes. La gestión de estos cuatro años es mi carta de presentación para demostrarle a los ciudadanos que sabemos gestionar un Ayuntamiento en crisis y que lo hemos hecho lo mejor posible con las dificultades que nos encontramos.
El PP sospecha que no queda presupuesto para 2015. ¿Cuál es el estado de las arcas municipales a día de hoy?
–Parece mentira que sea el PP quien pregunte ahora por la situación económica del Ayuntamiento cuando ellos son conocedores de cómo lo dejaron hace 4 años, en una quiebra técnica. Ha sido con el esfuerzo nuestro con el que se ha conseguido dar una estabilidad económica. Tenemos un Plan de Ajuste que nos limita mucho el control del gasto y ese está siendo nuestro principal problema a la hora de contar con consignación presupuestaria, lo que no quita que ellos podrían haber ayudado. Si hubiéramos firmado el convenio de recaudación con Diputación, nos habríamos encontrado con una rebaja sustancial del servicio que está prestando. Por lo tanto, ellos tienen mucho que callar, teniendo en cuenta lo que podían haber aportado para buscar soluciones.
¿Cómo valora ese pacto de Gobierno con el PA?
– Aquí ha habido dos maneras de afrontar la situación del Ayuntamiento. Una, que era haberse mantenido al margen y no haber contado con la situación económica, podía ser la más cómoda para los partidos que estaban en la oposición. Sin embargo, el PA optó por la segunda y tuvo la valentía de querer participar de la solución al problema de La Línea. Y lo hizo, al igual que nosotros, anteponiendo los intereses de la ciudad. Así, valoro positivamente el pacto de gobierno ya que no solo ha dado estabilidad económica, sino que en un momento dado en el que algunos se empeñaban en intentar desestabilizar el equipo de Gobierno, contribuyeron en estabilizar la imagen de la ciudad.
Si fuera necesario, ¿serían los andalucistas su primera alternativa para pactar?
–Ahora mismo no me hago ningún planteamiento de pacto porque hay que respetar la voluntad de los ciudadanos y esperar el resultado del 24 de mayo. Pero la verdad es que nuestra experiencia de pacto de gobierno durante estos cuatro años ha sido positiva. Cada uno llevamos programas distintos. Tendríamos que sentarnos a valorar cuáles serían esos principios pero, desde luego, la experiencia pasada ha sido muy positiva y estoy convencida de que el PA va a seguir anteponiendo los intereses de la ciudad, aunque eso va a depender de su asamblea y de lo que opinen los militantes del PSOE.
¿Podría destacar los tres puntos fundamentales del programa del PSOE?
–La estabilidad económica. Ahora que hemos reconducido el rumbo nos toca mantenerlo y seguir trabajando para buscar una estabilidad que permita garantizar el pago de las nominas y seguir prestando servicios. Otro es el seguimiento que se da a obras que son fundamentales como el futuro hospital o la residencia de ancianos de Diputación. Otra clave importante es el tema de la singularidad, para que, de una vez por todas, en Madrid se enteren de que somos ciudad fronteriza y que tenemos que tener una consideración especial. Esta ciudad no está pidiendo dinero, sino que todas las administraciones elaboren un plan especial en el que podamos empezar a trabajar, en el que se revise la carta económica especial que está paralizada y que se mantengan medidas concretas para poder sacar adelante una ciudad que no tiene ingresos, que tiene uno de los índices de paro más altos y creemos que el municipio cumple los requisitos.
Precisamente esta semana La Línea ha salido a la palestra como el municipio de más de 40.000 habitantes con mayor tasa de paro de España. ¿Cómo sienta siendo la alcaldesa?
–Evidentemente no es nada que yo no conozca. La principal preocupación de los linenses es el desempleo. Afortunadamente, tenemos una válvula de escape en Gibraltar, que puede estar dando trabajo a miles de linenses. La Línea no tiene industria y ha tenido que ser la Junta, a través de planes de empleo, quien haya venido a generar trabajo porque hemos sido los olvidados de esos planes especiales que el PP ha puesto en marcha en otras comunidades autónomas.
¿Por qué deben depositar su confianza en el PSOE los vecinos?
–Hemos demostrado en estos 4 años qué es lo que estamos dispuestos a hacer y afrontar por La Línea. Hemos trabajado anteponiendo los intereses de los linenses. Tenemos un proyecto para la ciudad y no queremos que vuelva a torcerse el rumbo.
