En la cuarta jornada de la fase de ascenso a Liga Asobal llegó la primera victoria del Cajasur Córdoba de Balonmano, no sin sufrimiento. Los granates recibían en Fátima al Horneo Sporting Alicante, un equipo que llegó a gozar de una ventaja de dos goles en el marcador pero que acabó claudicando ante el vendaval ofensivo de los cordobeses.
A los cinco minutos se tuvo que parar el partido porque el agua de la lluvia generó varios charcos en la pista, que tuvieron que secarse, y que ponía en serio riesgo la integridad física de los jugadores. Las goteras, que todo el año lleva sufriendo el conjunto de Escribano, aparecieron una vez más dejando una imagen impropia de una instalación municipal apta para disputa de ningún tipo de deporte. Pasada la tormenta, el equipo visitante tomó el mando en el partido y sometió a los andaluces a su juego, haciendo mucho daño por la zona central de la defensa y con un Cristian Moll en estado de gracia. Al descanso, la diferencia era de dos goles para los pupilos de Óscar Gutiérrez.
En la segunda mitad, los 7 de goles de Esteban López y Carlos León, sumados a los 6 de Juanlu Moyano fueron un obstáculo insalvable para el combinado levantino que, pese intentarlo hasta el final, se vio superado por un Cajasur CBM con mayor hambre de victoria. Con trabajo y poco a poco el equipo cordobés está cogiéndole el punto a la fase de ascenso y la segunda plaza por el ascenso la tiene a cinco puntos de distancia. Este fin de semana visita al Ibiza, último clasificado de los diez equipos aspirantes a la máxima categoría.