La banda captaba a sus víctimas en Nigeria y otros países africanos y las engañaba con falsas promesas de trabajo. Una vez convencidas, las mujeres eran introducidas en territorio español en patera por las costas de Algeciras y posteriormente trasladadas a la provincia almeriense.
Una vez en España, las mujeres eran informadas de la actividad que iban a realizar y se les reclamaba una deuda de 30.000 euros por los gastos de traslado, que tendrían que pagar a plazos. Como método de coacción, la banda amenazaba a las mujeres con hacer daño a sus familiares o a ellas mismas.
La Guardia Civil inició la investigación el pasado mes de diciembre tras conocer la brutal agresión sufrida por una joven nigeriana de 19 años y vecina de Roquetas de Mar, quien necesitó atención médica en el Hospital del Poniente de El Ejido (Almería) y el Centro Hospitalario de Torrecárdenas, en la capital.
La joven, que había dado a luz recientemente, recibió la paliza por negarse a continuar ejerciendo la prostitución.
Las pesquisas derivaron en la detención de Peter O. y Jennifer A., de 28 y 29 años, respectivamente, y vecinos de Roquetas de Mar, como presuntos autores de un delito de tráfico internacional de seres humanos con finalidad sexual, otro contra la indemnidad sexual y uno más de lesiones.
La investigación permitió averiguar la continuidad de la actividad delictiva con otras dos personas al frente, Adama K. y Souleymane T., de 23 y 32 años, respectivamente, y vecinos de Vícar (Almería), quienes fueron detenidos el pasado 25 de enero.
En la operación, que ha permitido la desarticulación de la banda, fueron liberadas nueve mujeres nigerianas de entre 21 y 37 años que eran obligadas a ejercer la prostitución.
Las diligencias instruidas por la Guardia Civil, junto con los detenidos, han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Roquetas de Mar, quien ha decretado el ingreso en prisión de Peter O