Ayer, 13 de marzo, un compañero, abogado laboralista, recordaba la fecha haciendo alusión al aniversario de una pesadilla. El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de Covid-19 pandemia global y, días después, el 14 de marzo, se decretaba en España el estado de alarma.
La duración inicial del mismo se anunció para 15 días, que fueron prorrogándose hasta llegar al 21 de junio. Esos tres meses siguen teniendo influencia tres años más tarde.
Dejando al lado los datos más importantes, los sanitarios, me centro en la parte laboral, que es mi materia, y en la interacción con las administraciones públicas; y lo hago porque, todo este tiempo después, aun sigo tenido la necesidad de comentar lo duro que fue. Reuniones eternas estableciendo criterios, interpretando normativa, horas y horas de trabajo, que incluían la interacción constante con organismos públicos como el SEPE, la TGSS o el INSS y la impotencia de sentirte “abandonado” por ellos en muchas ocasiones.
Fue un año de pérdidas, ERTES, solicitud de préstamos y de ayudas. Pero, aún así, salimos adelante y nuestras empresas, también. Y en estos tres años he visto el esfuerzo en las mismas y en los despachos profesionales por adaptarse a esta nueva realidad, por superar la crisis y, en definitiva, por aprender de la pandemia.
Esto mismo, lamentablemente, ha ocurrido en menor medida en el ámbito de muchas administraciones públicas o de aquellos organismos mencionados que, a día de hoy, en 2023, siguen atendiendo telefónicamente y mantienen las puertas al público cerradas.
La digitalización como respuesta ha dejado numerosa burocracia, de la que ya se están haciendo eco algunos colegios profesionales, como los de graduados sociales. También afecta al ciudadano, especialmente a los mayores de edad, a los que, no sólo no se les atiende presencialmente, sino que se les obliga a realizar gestiones y trámites de manera telemática y con firma digital.
En lo que respecta a la dificultad para acceder a estos organismos, aún estamos en pandemia.