Las labores de reparación continuaban este viernes en Japón, dos días después del terremoto de 7,4 en Fukushima, que ha afectado sobre todo a infraestructuras, provocado cortes en el suministro eléctrico y del agua, y disrupciones en el transporte.
Unas 42.000 casas seguían sin agua en las prefecturas de Miyagi y Fukushima, las más afectadas, donde se han movilizado camiones cisterna y miembros de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) para el abastecimiento a la población tras quedar dañadas tuberías, según los datos más recientes recogidos por la cadena pública NHK.
La sacudida, que pudo sentirse en casi todo el país, fue especialmente fuerte en la ciudad de Soma, donde el temblor alcanzó el nivel seis superior en la escala sísmica japonesa de 7, centrada en medir la agitación sobre la superficie y los daños potenciales.
Unos 600 hogares de la localidad de Fukushima permanecía hoy sin luz, de entre los más de dos millones que se vieron afectados tras el terremoto acontecido a las 23:36 del pasado miércoles.
El seísmo provocó daños principalmente en infraestructuras. En la mencionada Soma parte de un rompeolas se derrumbó, provocando el hundimiento de un barco pesquero, sin que se produjeran víctimas.
Hasta el momento se han contabilizado cuatro fallecidos y más de 200 heridos a raíz del terremoto.
Los servicios de la red de trenes de alta velocidad se han visto interrumpidos en la zona noreste del archipiélago por el descarrilamiento sin heridos el día del terremoto, que también dejó otros obstáculos en diversas vías que se están retirando.
Se mantiene la suspensión en varias líneas locales, aunque hoy ya estaba restablecido el acceso al aeropuerto de Sendai.
La tarde de hoy también habían quedado levantados todos los cortes de carretera que afectaron a Miyagi.
Importantes empresas con presencia manufacturera en esa región nipona comenzaron hoy a reanudar operaciones tras el cierre de fábricas que han sufrido desperfectos por el terremoto.
Es el caso del fabricante automotor Toyota y las tecnológicas Toshiba y Murata Manufacturing, que reanudaron la actividad en las instalaciones, aunque de forma reducida, mientras evalúan los daños estructurales propios y el impacto del seísmo en sus proveedores.
La fábricas de Renesas y Sony, también afectadas, siguen cerradas.
Algunos conglomerados han dicho que llevará varias semanas restablecer las operaciones por completo.
Japón se asienta sobre el llamado Anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que sus infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar los temblores.
