Rodríguez regresará a su país “antes de fin de año” con la intención de ocupar una de las plazas de magistrado al Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, a la que se postuló el pasado mes de octubre, han informado a Efe fuentes diplomáticas.
El embajador tiene previsto mantener esta semana un encuentro con la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, para despedirse.
Esta reunión tendrá lugar después de que Jiménez conversara por teléfono con Rodríguez el pasado día 5 para expresarle el “profundo malestar” por unas acusaciones de la Cancillería venezolana, en la que se hablaba de la “cobardía política” de España por decir que el Ejecutivo de Hugo Chávez no luchaba lo suficiente contra ETA.
El descontento del Gobierno con el embajador ya se hizo patente cuando a principios de octubre puso en duda el testimonio de dos presuntos miembros de ETA, que confesaron haberse entrenado en Venezuela por mediación del etarra deportado Arturo Cubillas.
Rodríguez dejó entrever que la Guardia Civil pudo torturarles, aunque luego aclaró que no había querido hacer tal acusación.
Poco días después, volvió a ser objeto de controversia cuando no acudió a la recepción del Rey el día de la Fiesta Nacional, en cuyo desfile no estuvo la bandera venezolana después de ser invitada a participar con otros países
sudamericanos.
El último episodio lo protagonizó el pasado día 6 de noviembre, horas después de hablar con Trinidad Jiménez.