El primer ministro libio, Alí Zeidan, ha pedido este jueves a los libios que eviten la escalada de la violencia, en su primera intervención televisada en directo desde su liberación.
"Los libios necesitan sentido común, no una escalada de la violencia, para afrontar esta situación", ha manifestado durante un encuentro con el Gobierno televisado en directo. Asimismo, Zeidan ha agradecido a algunos milicianos rebeldes que contribuyeron a su liberación y les ha instado a unirse a las fuerzas regulares.
El primer ministro fue liberado este jueves después de permanecer varias horas secuestrado por la Sala de los Revolucionarios Libios, un antiguo grupo rebelde que colabora con el Ministerio del Interior en labores de la seguridad en la capital, Trípoli.
La Sala de los Revolucionarios Libios reivindicó posteriormente la captura y aseguró que había actuado "por orden de la Fiscalía". No obstante, el fiscal general de Libia, Abdelqader Radwan, negó inmediatamente que el Ministerio Público hubiera emitido una orden de arresto contra Zeidan y advirtió de que la detención del primer ministro constituía "un crimen" y que sus autores deberían ser "castigados".
Poco después, un portavoz del servicio de investigación criminal del Ministerio del Interior aseguró a la agencia estatal de noticias que Zeidan se encontraba detenido en las instalaciones del departamento, donde estaba "bien de salud" y sería tratado "como cualquier otro ciudadano". No obstante, el jefe del servicio aseguró poco después de la liberación de Zeidan que su departamento no había cometido "ningún acto contrario a la ley".
La Sala de los Revolucionarios Libios también aseguró, poco después del secuestro, que la detención de Zeidan había sido una respuesta a la operación llevada a cabo por las fuerzas especiales de Estados Unidos en Trípoli para detener al supuesto líder de Al Qaeda Nazih al Raqi, alias Abu Anas al Libi, y anunció que seguiría persiguiendo a "todos" los que ayudaron en la captura de Al Libi.