“Lo siento mucho, yo no quería hacer nada de eso, no sabía que iba a llegar a tanto”, dijo Estébanez en el turno de última palabra con el que finalizó el juicio.
La Fiscalía solicita para el acusado 30 años de prisión por los delitos de asesinato y de intento de homicidio, mientras que la familia de Palomino y la acusación popular piden 37 años de cárcel al considerar que se dan también los delitos de amenazas y de tenencia ilícita de armas.
La defensa de Estébanez pide su libre absolución al considerar que el apuñalamiento de Palomino es un homicidio imprudente con eximentes de legítima defensa y miedo insuperable.