La empresa constructora Detea, la misma que ejecutó las obras de la nueva jefatura policial de La Ranilla, recepcionó el pasado 15 de junio, “con dos años de retraso”, el último de los tres edificios por los que la constructora pagó al Consistorio 25 millones de euros y que hasta ahora estaba en manos del propio Ayuntamiento al albergar este inmueble la sede de la delegación de Movilidad y de la Policía Local, que recientemente terminó de mudar sus efectivos a la nueva comisaría situada en la Ronda Tamarguillo.
Según Detea, cuando sus técnicos visitaron el inmueble -localizado en la Avda. Américo Vespucio de la Isla de La Cartuja- se comprobó que el edificio -por el que abonó nueve millones de euros- podría estar en “estado de ruina”. Por este motivo, la constructora ha procedido a levantar “acta notarial” y ha solicitado un informe técnico para determinar el estado real del edificio.
Del mismo modo, la constructora ha puesto en conocimiento de la Policía Nacional dichos hechos y enla actualidad estudia desde su Asesoría Jurídica el “posible inicio de acciones legales inmediatas” para restablecer el perjuicio que la devaluación del valor patrimonial del edificio supone para la empresa.
Los hechos
Según explica Detea, la “situación” de ruina del edificio, al que ellos denominan C3, se produjo “sin conocimiento ni consentimiento previo de la empresa”, a consecuencia de la acciones de una empresa de chatarrería que actuó “cuando el edificio estaba todavía en posesión del Ayuntamiento”. Detea también detalla que ha tenido conocimiento de los hechos a través de las informaciones recibidas por la empresa de seguridad de la Cartuja.
Ahora, y dado que “el inmueble no conserva siquiera la puerta de entrada”, Detea ha vallado siu perímetro y ha colocado carteles advirtiendo del peligro.
Por su parte el Ayuntamiento señaló ayer a Viva Sevilla que la Policía Local abandonó dicho edificio el pasado 10 de junio y que los días 11 y 12 de ese mismo mes los técnicos de edificios municipales realizaron una inspección ‘in situ’ para ver que materiales del inmueble podían ser reciclados y reutilizados (como es el caso de los aparatos de aire acindicionado). El Ayuntamiento también confirmó que el edificio pasó a manos de Detea el 15 de junio.
Hay que recordar que Detea compró al Consistorio en 2008 el conjunto de los tres edificios de La Cartuja por 25 millones de euros, pero que se los cedió hasta que terminasen las obras de La Ranilla. El primero fue entregado en 2011 y el segundo a finales de mayo de este año.
30.000 euros por cada edificio
Mientras Detea llevaba a cabo las obras de la comisaría de La Ranilla el Consistorio pagaba a la constructora un alquiler de 30.000 euros mensuales por cada uno de los tres edificios que la empresa tenía en La Cartuja, utilizados por la Policía Local.
