El fabricante aeronáutico Airbus dijo ayer que considera, entre las posibles causas del siniestro del A400M en Sevilla, los procesos de ensamblaje del avión de transporte militar que se llevan a cabo en su planta de la capital andaluza, los motores y los preparativos para el primer vuelo del aparato.
"Como en todos los accidentes, seguramente habrá una combinación de causas y no una sola", señaló en una declaración una portavoz de la división de aviones militares de Airbus, en respuesta a las preguntas sobre la entrevista del responsable de la estrategia del grupo a un diario alemán. Marwan Lahoud indicó a Handelsblatt que las cajas negras confirman que "no hubo fallo estructural" en el A400M que se estrelló en un vuelo de prueba que realizaba junto a la planta de ensamblaje de Sevilla, lo que causó la muerte de cuatro personas, empleados del fabricante.
Pero Lahoud añadió que lo que hay es "un serio problema de calidad en el ensamblaje final". En concreto, en el ensamblaje final se instaló mal el programa de control de los motores, y eso fue lo que los averió y condujo al siniestro.
La portavoz puntualizó que Airbus está apoyando la investigación y analizando "todos los elementos que pudieron haber contribuido al accidente, incluidos los diferentes procesos en torno al ensamblaje del avión, los motores y los preparativos para el primer vuelo".
Añadió que la investigación puede tardar tiempo y que mientras no se tenga "la imagen completa" de lo que ocurrió "es demasiado pronto" para establecer conclusiones.
En cualquier caso, insistió en que el fallo inicial detectado con los motores no se puede producir en los aviones A400M que ya se han entregado a los países clientes, puesto que desde el pasado día 19 les enviaron las comprobaciones que había que hacer en los aparatos.
Hasta que se produjo el accidente de Sevilla, Airbus tenía previsto entregar durante este año en total 14 unidades del A400M, incluyendo las dos que desde comienzos de enero ya se integraron en las flotas militares del Reino Unido y Malasia.
El avión siniestrado iba destinado a Turquía, que había recibido anteriormente otros dos. Airbus ha entregado hasta ahora una docena de unidades: 6 a Francia, 2 al Reino Unido, 2 a Turquía, uno a Alemania y otro a Malasia.