La puerta se ha cerrado y la cuenta atrás está en marcha. Tu grupo ha sido encerrado en una habitación con el objetivo de encontrar unos importantes documentos, para lo que tendréis que seguir las pistas correctas, resolver enigmas y obtener la llave para escapar, y todo ello en menos de sesenta minutos.
Aunque bien podría tratarse de la escena de una película de suspense o la pantalla de una aventura gráfica digital, esta experiencia es tan real como accesible: se trata de la oferta de ocio que proponen las salas de escapismo.
El escapismo es una de las últimas tendencias en entretenimiento que está triunfando en el mundo del ocio, un fenómeno reciente que tiene su origen en Estados Unidos y que se importó por primera vez a Europa en 2012, cuando la primera sala abrió sus puertas en Hungría.
Desde el país centroeuropeo, los juegos de escapismo pronto se extendieron a otros puntos del continente, hasta que en 2014 llegaron a Sevilla de la mano de Cristina Bolívar y José Luis Ocampo, dueños de Cubiqum, la primera sala de esta actividad de la capital hispalense.
"Todo surgió por una afición, porque a mi me gustaban mucho los juegos de escapismo digitales", afirma Bolívar, quien descubrió las salas de escapismo físicas en Barcelona gracias a un regalo del que hoy es su socio.
"Nos gustó tanto que decidimos seguir probando, nos pareció increíble, y eso es lo que nos empujó a montar nuestro propio 'room escape' en Sevilla", admite.
Al ser los primeros, los dueños de Cubiqum tuvieron unos inicios complicados: "nos costó mucho arrancar, porque en Sevilla hay gente muy tradicional y porque es difícil explicar en qué consiste esta actividad a quien no la conoce", continúa Cristina Bolívar.
Con el tiempo, su negocio se fue consolidando de la mano de una demanda cada vez mayor y gracias al "boca a boca", lo que les llevó a abrir una segunda sala e hizo que surgieran otras en Sevilla.
Sin embargo, "la competencia no existe, ya que los juegos son distintos, es una actividad complementaria", afirma Dani Almazán, dueño de otra de las salas de la capital andaluza, Link Escape Sevilla.
Y es que cada sala de escapismo tiene su propia historia, con una ambientación acorde a ésta y un reto diferente: desenmascarar a una banda terrorista con una infiltración en su sede (Cubiqum), encontrar un importante documento en el despacho del mismísimo Sherlock Holmes (El Reto), o recuperar unos guiones robados en unos estudios de cine (Link Escape Sevilla).
Además de la historia, los juegos de escape también pueden variar en su modalidad, como cuenta José Luis Ocampo: "los hay que son más tranquilos, más de usar la cabeza, como los nuestros, y hay otros que son mucho más dinámicos, con más candados, pero el nivel de dificultad es menor".
Los usuarios, por su parte, se muestran encantados con la experiencia que estos establecimientos les ofrecen.
"Sentía que estaba en una película, como si no fuese yo, fue muy muy divertido", afirma una usuaria de Link Escape, María Fernández, en declaraciones a Efe, quien también destaca la importancia de trabajar en equipo, ya que el juego está pensado para grupos de entre dos y cinco personas.
En la red, los comentarios de los usuarios de páginas como TripAdvisor van en la misma línea. De hecho, en la web especializada en tiempo libre las salas de escapismo se sitúan como la actividad de recreo más popular de Sevilla, acumulan cientos de comentarios positivos y una puntuación muy alta (4,5 estrellas sobre 5).
"La gente que viene se va satisfecha con la experiencia y habiéndose divertido, y eso es lo más importante", concluye Dani Almazán, sentado tras el escritorio de la sala de cástines completamente desordenada donde acaba de concluir una partida de escapismo.