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Lo que cuesta una penitencia

Un nazareno puede llegar a pagar más de 1.000 euros para ir bien ataviado en su estación de penitencia

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  • Artesana de capirotes. -

En el número 41 de la calle Matahacas prácticamente no se duerme en estos días, y la vida de esta empresa transcurre entre metros y metros de telas, hilo y bordados, preparando todo lo necesario para que el nazareno, que llega a pagar más de 1.000 euros, lo tenga todo cuando salga a la calle.

"Trabajamos prácticamente todo el día, menos las poquitas horas que guardamos para el sueño", explica a Efe María de la O Domínguez, portavoz de 'La Casa del Nazareno', un establecimiento que, desde 1979, se encuentra en esa calle, y que como muchos colegas de profesión, en estos días no tiene horas para nada que no sea prácticamente atender los encargos que, poco a poco, le caen según va llegando el aroma de incienso en las calles.

María de la O, para empezar, habla de las túnicas más caras, que pueden ser las de los nazarenos de la Esperanza de Triana, cuyos nazarenos pagan, solo por esa túnica, unos 800 euros: "Es más costosa por el terciopelo, es una túnica muy concreta, con el escudo bordado", explica.


No es un dato al azar, ya que una media de 1.000 euros es la cantidad que puede pagar un nazareno para salir a la calle, y los expertos dicen que, si se quiere economizar mucho, como mínimo serán 300 euros los que habrá que invertir, siempre que se tenga bien cuidada la túnica del año anterior, ya que este es el elemento mas caro de los necesarios para participar en la estación de penitencia de cualquier hermandad.

Todo depende de la tela: si es más simple, el coste lo es, pero si se quiere vestir con terciopelos, merinos o brocados, el precio se dispara, y el auge sigue hacia arriba si se quiere, por ejemplo, lucir un escudos en hilo de oro o incluso una hebilla de plata rematando los zapatos del nazareno.

Por eso, hay algunas hermandades que han instaurado unas normas a la hora de vestirse sus nazarenos, que implican que ninguno pueda tener un elemento diferenciador en su vestimenta con respecto al compañero de fila, y eso incluye hasta los adornos, por mínimos que sean, que distingan unos de otros.

María de la O y su equipo lo tienen claro, tan claro que prácticamente sólo piden que sus clientes vayan depositando sus pedidos durante todo el año, de modo que no se les acumule el trabajo en los días previos a la Semana Santa, aunque admite que "cerramos el Jueves Santo, cuando sale a la calle la Cruz de Guía de Los Negritos" (sobre las 15:00 horas), y en ese momento ya sólo queda salir a la calle para ver el efecto del trabajo realizado en sus talleres.

Eso sí, admite que alguna vez le ha dado hasta un pequeño disgusto dar un paseo mientras desfilan las cofradías, sobre todo si ve un nazareno con una túnica que haya salido de sus manos y se la encuentre mal colocada o arrugada: "Lo que sí distinguimos rápidamente son los escudos que hemos hecho nosotros, que como están hechos a mano enseguida se nos vienen a la vista cuando vamos por la calle".

Ella misma no sabe definir cuántas túnicas pueden ultimar en estos días, aunque resume con "centenares" ese balance, explicando que cuando pasa la Semana Santa sus puertas se abren a la actividad de todo el año, trabajando, por ejemplo, para las hermandades de gloria que tienen actividades durante el año, "preparando sandalias, manoletinas, y todo lo que necesiten, porque no sólo lo hacemos de cara a la Semana Santa".

Con todo, cuando el equipo de su tienda entregue la túnica, el nazareno todavía tendrá que gastar unos 25 euros en las sandalias, 50 en zapatos convencionales, 20 en un par de guantes o casi 50 de tope en los capirotes, y todo encaminado a que todo esté preparado cuando la hermandad salga a la calle y comience la verdadera estación de penitencia.

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